19 agosto 2024

La Sociedad de la Libélula | Ana González Duque

Ilustración de cubierta: Libertad Delgado


SINOPSIS

Cuando «La Sociedad de la Libélula», la mayor editorial de fantasía del país, abre sus puertas a nuevos autores, Isabel decide probar suerte. Siempre había considerado que perderse en un buen libro era una actividad placentera. Hasta que conoce a Melchor Malatar, el editor jefe de La Sociedad, inventor de un trasladador que permite a los escritores vivir sus propias historias.

Desdibujar las fronteras entre ficción y realidad no tiene tanto encanto como Isabel había creído, sobre todo cuando se sumerge en un mundo helado y agonizante, poblado de razas extrañas, en el que su vida corre grave peligro. Un escritor desaparecido, un homicidio y un amor que desafía todas las normas impuestas se entrelazan en una trama que Isabel deberá recorrer en busca de un final feliz capaz de salvarla.


OPINIÓN PERSONAL

La Sociedad de la Libélula es la editorial española más puntera en fantasía, ciencia ficción y terror. Su director editorial, Melchor Malatar, ha inventado un trasladador de historias, una máquina que aletarga a los escritores y les hace vivir sus propias historias, las que tienen en la cabeza, en su más íntimo subconsciente.

Cuando Isabel supera las pruebas de selección y comienza a trabajar en la editorial, la máquina traslada su consciencia a Anisóptera, un mundo helado que amenaza con extinguirse. La supervivencia de las razas que habitan el lugar depende de la tormenta de energía generada periódicamente por los arthros, un ritual que exige el sacrificio de una princesa.

El funcionamiento de la máquina es una idea interesante que nos introduce en un mundo de fantasía con muchos frentes abiertos, aunque se centra principalmente en las consecuencias de la tormenta y el propósito del editor, las razas secundarias están menos desarrolladas. Así mismo, la escala social de Anisóptera da origen a muchos conflictos, pero casi todos de índole romántica, ya que confraternizar con alguien de otra raza está penado por ley.

La narradora contempla los hechos desde cuatro puntos de vista, adentrándose con detalle en los movimientos de esos personajes. A mitad de novela, los misterios se vuelven predecibles, pero sigues leyendo con la misma curiosidad, porque todavía no sabemos qué sucedió para llegar a ese punto ni cómo va a resolver los peligros que amenazan el mundo.

El final me ha parecido narrativamente bueno, aunque algunos detalles de la trama no me cuadran y las explicaciones saben a poco. Es una historia que procura algo diferente, documentándose para ofrecer una construcción lo más sólida posible y, en general, me ha gustado.

Otros libros de la autora: La Casa de los Principios


«Te sorprendería saber cuánta gente hace las cosas de una determinada manera porque siempre se han hecho de esa manera.»

«Todos somos culpables al dejar que pase.»


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