15 marzo 2025

Cuatro semillas | Carmelo Monsalve

Ilustración de cubierta: Laura Sánchez Ruiz (zepplives)


SINOPSIS

Si preguntáis a los supervivientes, os dirán que esta historia empieza con siete reinos que no habían nacido para estar juntos. Los más nobles os dirán que comenzó con una reina que nunca debió convertirse en emperatriz. Los estudiosos se remontarán muchos siglos en el tiempo y hablarán de traición. Es posible que los románticos os digan que la culpa fue de dos amantes que se separaron demasiado pronto. Habrá quien hable de venganza, como si fuera el único sentimiento. Quienes recuerden la última Silesa, mencionarán la salvación, pero olvidarán contaros el sacrificio que hicimos para obtenerla. Muchos afirmarán que es difícil adivinar el comienzo de algo tan grande y, sin embargo, coincidirán que esta historia acabó gracias a cuatro semillas que florecieron mientras a su alrededor se derrumbaba el Imperio:

La primera quería ver a la humanidad reducida a cenizas.

La segunda quería protegerla.

La tercera recorría el Imperio buscando recuperarla.

La cuarta la salvó con un baile.

Y como en cualquier baile, esta historia debe empezar con música: la melodía de las cuerdas rotas, pero antes, un llanto que rompe el silencio, incómodo pero necesario.


OPINIÓN PERSONAL

Hace décadas, una mujer robó la semilla del Áboro. Abusando de su nuevo poder como Polinizadora, la reina de Gobul dividió el Imperio en siete grandes regiones y les entregó la producción de una necesidad concreta a cada una. Pero una maldición pesa sobre la ladrona hasta que devuelva la semilla del Áboro a su lugar original: sin la protección de las plantas sílmiras, el mundo de Ákrom acabaría arrasado por la Silesa, una tormenta tóxica que corroe todo lo vivo y vuelve las aguas intransitables.

Quienes no están bajo la protección del Imperio, sobreviven en las Desoladas o las Marchitas, tierras de salvajes y errantes, mojadas por la Silesa. Las regiones están obligadas a jurar lealtad cada vez que la dueña del mundo renace, pero todavía hay quien busca venganza y la caída del Imperio gobulí.

Ambientado en un mundo apocalíptico y cada vez más industrializado, con un estilo steampunk, Cuatro semillas es un libro de fantasía épica y conspiraciones políticas. Las razas y seres que pueblan la tierra parecen infinitos y sus cualidades suponen un derroche de imaginación. Cada capítulo concede profundidad a la construcción de un mundo inmenso y peculiar que sorprende prácticamente en cada página.

El hilo que entreteje el argumento está compuesto por cuatro tramas que acercan posturas, repercuten entre sí y coinciden en puntos relevantes. El estilo narrativo es un ciclo que alterna entre cuatro protagonistas de moralidad dudosa que sobreviven a mundo que los quiere muertos. Sus diferentes puntos de vista sobre el conflicto permiten conocer la guerra desde todos los ángulos: algunos forman parte activa de la rebelión, mientras otros esquivan las amenazas a través de escenarios insólitos y escuchan rumores que vienen de lejos.

A continuación describo brevemente las motivaciones de cada protagonista para ofrecer una visión más personal, lo que a su vez me permite hablar con más detalle de la historia que vais a encontrar en sus páginas: el futuro incierto de un Imperio que se rompe, el precio de una venganza y un baile de amor.

«Cuatro semillas que florecieron 
mientras a su alrededor se derrumbaba el Imperio».

Cuando Gobul robó la semilla del Áboro, los humanos destruyeron el hogar de los hojánicos. Los pocos que quedan con vida permanecen esclavizados en Criaderos, donde les extraen la savia, les privan del sol y usan su madera. Nilian es un hojánico libre que ha urdido cómo enfermar, debilitar y enfrentar a las regiones para romper el Imperio.

Aldir vendió su vida hace quince años para vengarse de la compañía de mercenarios que torturaron y asesinaron a su hermana Mithe. La compañía cazaba Morados en las colonias del Imperio, humanos con una mutación que les vuelve inmunes a las tormentas y les concede un don. Aldir es un Morado que manipula la mente con música, incapaz de sentir nada o morir hasta que recupere los 321 trozos de su lum roto, el instrumento que le ayuda a dar caza a los agresores.

Kumi es una cil, una Morada capaz de crear ilusiones reales con un baile mágico, pero ella usa su don para recuperar cosas y personas. Su última búsqueda la lleva hasta Sieden, un fanfarrón que escapó de su hermana y acabó en una banda de ladrones. Sin desmerecer el resto de historias sobresalientes, esta es la que más me ha emocionado y hecho sonreír. 

Keala es la Ligada de Andrastia, una mujer leal a Gobul de origen misterioso que puede transformar su cuerpo en los materiales que toca, y también la encargada de investigar las conspiraciones contra el Imperio y contra los Ligados, una extensión de la Polinizadora que gobiernan cada región.


«Siempre e una mala noticia cuando algo hermoso desaparece de este mundo tan sucio».

«Todo lo que hacemos se convierte en una semilla que tarda en germinar».


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