08 marzo 2025

La Primera Colonia | Laura Mars

Ilustración de cubierta: Fran Ferriz


SINOPSIS

¿Y si se pudiese programar a las personas?

En el año 2042, la humanidad ha avanzado a pasos agigantados para frenar la decadencia del planeta Tierra. El progreso se impuso mediante medidas drásticas que, tras años de revueltas, acabaron por instaurar una aparente estabilidad.

Alaia ha crecido en este periodo y las medidas no le resultan opresivas. Como cualquier otra adolescente, cumple con sus días obligatorios de limpieza oceánica y sueña con entrar en una prestigiosa universidad.

Hasta que conoce a Iker.

Juntos destaparán el mayor secreto jamás ocultado a la humanidad. Descubrirán que la perfección tiene un precio y que hay quienes están dispuestos a pagarlo con la libertad de otros.

Cuando la humanidad se convierte en un experimento, la única opción es rebelarse.


OPINIÓN PERSONAL

Año 2042. La Tierra ha alcanzado un punto de no retorno. Desde el manuscrito de 2022, los esfuerzos, trabajos, dinero... todo se ha orientado a la recuperación de la Tierra, le dicen a la población hasta lo que pueden comer. Los rumores hablan de la llamada Clase Secreta, una organización clandestina formada por los más ricos del planeta. Pero nadie sospecha que hay personas esclavizadas en la primera colonia de Marte bajo el nombre de humánidos. ¿Qué pasaría si se pudiese programar a las personas? 

Alaia pertenece a la generación de los renovables, jóvenes que no conocieron el mundo anterior. Tras quedar en la reserva para la Universidad de Educación, se apunta a clases de pintura clásica y conoce a Iker, un estudiante que cursa segundo año en Energía Solar. Su historia comienza cuando tienen una cita.

La programación de los humánidos y el flujo de información es lo que menos me ha convencido de la novela. La Clase Secreta, que no lo es tanto, respeta una jerarquía en el mando y no me cuadra que cierto miembro sea excluido sin motivo aparente e ignore parte de la información confidencial. Las normas de la programación y los detalles son volubles y convenientes cuando es necesario.

En el fondo, es una novela sobre esclavitud y luchas internas por el poder. Alaia se enfrenta a la mayor conspiración contra la humanidad y solo cuenta con extraños aliados. La extensión es adecuada, la sucesión de acontecimientos y escenarios está bien construida. Cuando parece que la historia empieza a decaer, introduce nuevos personajes que abarcan el futuro de la colonia y enredan a Alaia en sus planes de fuga.

La parte romántica no tiene el mismo desarrollo y no me transmite nada. Alaia se enamora después de una primera cita, apenas se conocen, aunque el chico es guapo. Solo me han emocionado sus intentos de comunicarse, pero no dejo de pensar que la historia podría ser la misma sin ese amor frustrado. De hecho, me han interesado más las relaciones tóxicas y cómo retrata la evolución del mal. Nunca se sabe en quién puede confiar.

Con todo, me ha parecido entretenido. Presenta los elementos que funcionan en la distopía juvenil y tiene puntos de interés, especialmente a nivel social. Eso sí, no parece del todo autoconclusivo.


«Controlar la información es tener el poder».


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