Ilustración de cubierta: Marina García Orti
SINOPSIS
El sol se había detenido en el horizonte y el amanecer duraba días. Una mujer se desperezaba una y otra vez tras una ventana, un hombre barría el mismo trozo de suelo y los gorriones picoteaban siempre en el mismo lugar. ¡El tiempo se había parado en todo Poemti!
Alis y su abuela están a salvo en Ciudad Obelisco gracias a los colgantes con plumas de cigüeña, que han evitado que se conviertan en sintiempo. Pero las noticias que llegan son preocupantes: si el tiempo no regresa, Poemti se destruirá, y nadie sabe cómo arreglarlo.
Cuando la abuela desaparece en medio del desastre dejando una enigmática nota, Alis parte en su busca acompañada de Chico, un muchacho cuya madre es una sintiempo. En su viaje atravesarán tormentas que arrasan con todo a su paso, escalarán una montaña de hielo a punto de derrumbarse y descubrirán que todo lo que creían cierto es una gran mentira.
Pero, ¿dónde está la abuela? ¿Y quién ha parado el tiempo? ¿Y por qué?
Una cosa está clara: el culpable no dejará que nadie lo arregle.
OPINIÓN PERSONAL
En la isla de Poemti, las cigüeñas son Señoras del Tiempo: sus huevos dan energía al reloj del Obelisco. Si no ponen huevo en otoño, las agujas no se mueven y no hay tiempo. Pero alguien ha roto el huevo y las cigüeñas han desaparecido de la isla. Las personas que no llevaban plumas de cigüeña se han quedado atascadas en el tiempo y nadie debe tocarlas, o se convierten en sintiempo.
Alis es una niña que vive con su abuela y no quiere hablar de su madre, no acepta su pérdida. Cuando el tiempo se detiene, la abuela se va dejando una nota y ella parte en su busca, con la compañía de Chico, cuya madre es una sintiempo y también su padre también ha desaparecido.
No se entiende lo que aguanta Chico durante las primeras horas de su viaje. Alis es cabezota, impulsiva e insoportable. Con el paso de los días, construyen una relación de mutuo apoyo y enfrentan juntos las adversidades. Es un libro juvenil de acción y aventuras en un mapa de fantasía, los amigos recorren la isla en busca de la abuela, el padre y las cigüeñas. Me ha sorprendido la dureza de algunos giros.
Hay escenas muy cogidas con pinzas y repite demasiado las expresiones corporales que forman la personalidad de los protagonistas, como morderse las uñas o atarse la coleta. La evolución de los personajes se precipita llegando al final, el desarrollo está verde a favor de la epicidad y presenta errores a corto plazo, pero hila bien la trama y recupera detalles que en las primeras páginas no parecían relevantes.
No esperaba la carga emotiva de un desenlace apropiado, menciona la importancia de los recuerdos y lo destructivo que resulta el dolor cuando no aceptas el pasado. La premisa era rara, cosa que me encanta, trata conceptos originales y lo he leído de una sentada. Me ha entretenido y gustado en muchos aspectos.
«El tiempo nunca se pierde. Se transforma en las huellas que nos va dejando».
«En las huellas del tiempo puede estar la clave para resolver un problema futuro».
