Ilustración de cubierta: María Luisa Fruns | Traducción: María Sierra | Editorial: Turner
SINOPSIS
Judy Abbot, que ha vivido toda su vida en un orfanato, tiene un misterioso benefactor que está dispuesto a pagarle los estudios. A cambio, ella solo tiene que enviarle una carta al mes, no hacer preguntas, y nunca esperar respuestas. Pero sus cartas están muy lejos de ser las de una modosa huerfanita. Judy mezcla las anécdotas universitarias con sus ideas, dibujos y teorías sobre quién será su benefactor, al que llama Papá Piernaslargas.
Una novela epistolar llena de ternura, sentido del humor y un romanticismo muy poco convencional, que nos lleva hasta un final sorprendente y, por supuesto, feliz.
OPINIÓN PERSONAL
Jerusha Abbott es la mayor de los huérfanos en el Hogar Infantil John Grier. Es una joven de 17 años original, decidida y de espíritu aventurero que nunca ha puesto el pie en el interior de una casa normal. Debido a sus excelentes notas, un patrono anónimo se ofrece a costear los gastos de la universidad con la única condición de que Jerusha le escriba una carta al mes. El libro recopila las cartas de Miss Jerusha Abbott a Mr. Papá Piernaslargas Smith.
Judy (antes Jerusha) escribe cartas que recuerdan a un diario para informarle de sus progresos con los estudios y contarle todas sus actividades sociales. Se siente agradecida por la oportunidad que le ha brindado, aunque a veces se enfurruña por no conocer al que considera su única familia. Solo sabe tres cosas de su benefactor: es alto, es rico y odia a las chicas.
La personalidad de Judy me ha parecido entrañable, con un lenguaje genuino, sin pelos en la lengua y una visión única del mundo. Su relato no puede ser más tierno, aunque también tiene un punto social. Si bien el final era demasiado predecible, no estropea el encanto la historia. Por cierto, los dibujos son simpatiquísimos.
«¿No resulta muy raro que por fin yo tenga a alguien?»
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