17 junio 2019

Los palimpsestos | Aleksandra Lun

Editorial: minúscula


SINOPSIS

Un inmigrante de Europa del Este está ingresado en un hospital psiquiátrico belga y sometido a una terapia de reinserción lingüística para curar su dolencia: no escribir en su lengua materna. Pero no es el único paciente del manicomio. A lo largo de la terapia irá conociendo a otros enfermos, todos ellos aquejados del mismo síndrome: el mal del escritor extranjero. ¿Por qué un escritor cambia de idioma? ¿Hubiera escrito también en su lengua materna? ¿Limita, crear en un idioma aprendido? ¿Qué relación tiene un escritor con su lengua adoptiva? ¿Qué pasaría si la olvidara? Con humor, estas y otras preguntas se plantean, pero no se responden en esta brillante y aguda sátira.


OPINIÓN PERSONAL

Czeslaw es un inmigrante de Europa del Este internado en un manicomio de Bélgica, un país que lleva un año sin gobierno (detalle que se repite sin descanso a lo largo de toda la novela, como la mayoría de la información sobre este personaje). Czeslaw es un escritor fracasado, que de joven soñaba con ser veterinario (ahora solo se imagina en brazos de un veterinario lujurioso). Ha sido ingresado en el manicomio porque no escribe en su lengua materna, sino en una lengua extranjera. La doctora lo está sometiendo desde hace tiempo a una terapia bartlebiana para favorecer su reinserción lingüística. Pero no es el único, ya que más pacientes presentan los mismos síntomas, algunos rehúsan de su lengua materna a la hora de escribir una novela. Se menciona de pasada que Czeslaw tuvo una infancia comunista e insiste también en la abstinencia sexual del paciente, un hecho totalmente irrelevante —como la mayoría de los datos personales de este hombre—. 

El caso es que Czeslaw me ha parecido un personaje demasiado plano creado sobre cuatro pilares muy básicos que se repiten hasta la saciedad. Por cierto, comparte habitación con el sacerdote Kalinowske, un secundario totalmente prescindible, al igual que la mayoría de los pacientes que desfilan por esta novela. Ninguno me ha dejado una huella perdurable y me olvidé de todos en cuanto cerré el libro.

La historia está escrita en primera persona y la prosa me ha parecido muy correcta. El ritmo narrativo resulta un poco lento, aunque puede que sea el adecuado teniendo en cuenta las características de este extraño relato. De todas formas, me ha parecido una lectura repetitiva y aburrida.

Los palimpsestos es una primera novela escrita en castellano por una polaca que vive en Bélgica y cuyo protagonista es un polaco que escribe en antártico. Se supone que es una especie de sátira cómica, pero la verdad es que no me ha parecido graciosa, ni simpática. En realidad, se trata de un verdadero esperpento cargado de significado; aunque reconozco que yo no acabo de comprender la moraleja final. Ciertamente, la autora no responde a ninguna de las preguntas que plantea, así que todo se queda en el aire. En definitiva, su lectura me ha sabido a poco.

Lo que sí puedo decir es que algunos párrafos me han parecido interesantes, porque realiza una fotografía vaga de la sociedad. Pero insisto, repetitivo.


«Los escritores escribimos por unas razones que resultan de nuestra bajeza moral, a saber, ambición, ego desmesurado, angustia, ganas de destacar, arrogancia y miedo a morir.»

«¿Y qué vais a hacer con nosotros, inmigrantes literarios? ¿Expulsarnos de vuestro país de escritores nativos? ¡No vais a dejar que salgamos y nos pongamos a escribir novelas en lenguas extranjeras! Porque nosotros estamos locos y los cuerdos sois vosotros y vuestras lenguas maternas, ¿no? Porque nosotros somos los escritores ilegales y vosotros tenéis la nacionalidad del país de la literatura nativa, ¿verdad?»


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