Lobo | Sasa Stanisic

Traducción: Alfonso Castelló | Ilustraciones: Regina Kehn | Editorial: Siruela

Cubierta de Lobo


SINOPSIS

Durante las vacaciones de verano, el narrador de esta historia se ve obligado a ir a un campamento en medio del bosque. Allí le esperan los mosquitos, las odiosas rutas de senderismo, las ampollas en los pies y las actividades en la naturaleza. Le toca compartir cabaña con Jörg, un chico de su clase que es diferente del resto, que no termina de encajar y a quien los abusones del colegio atormentan y excluyen constantemente.

El protagonista, que al principio prefiere ignorar la situación, empieza a darse cuenta de que Jörg es realmente especial, de lo bien que dibuja, de lo mucho que sabe y le entusiasman las excursiones por la naturaleza, y también comienza a ser consciente de cuánto le molesta la forma en que lo tratan. Sin embargo, no se atreve a enfrentarse a sus acosadores. Por las noches, un lobo se le aparece en sueños… ¿Qué significa esta aparición? ¿Y cuál es el precio que hay que pagar por pasar desapercibido entre la mayoría y no ser un marginado?

Lobo es un libro brillantemente escrito sobre la amistad, la empatía y el valor que hace falta para alzar la voz. Una historia que consigue acercarse con humor e inteligencia a los lectores que conocen bien situaciones como la que cuenta.


OPINIÓN PERSONAL

El protagonista y narrador es un niño marginado que se queja de todo y nunca tiene ganas de hacer nada. Su madre, una madre soltera, ha hecho planes y lo apunta una semana a un campamento de verano, donde irán casi todos los de su clase. Aunque el niño enseguida nos deja claro que casi todos los de su clase le dan igual.

Una vez llegamos al corazón del bosque, y durante el viaje en autobús, descubrimos que un niño de su clase es víctima de bullying y que todo el mundo se mantiene al margen. Jörg parece feliz y es amable con los demás, pero los abusones le hacen la vida imposible. Cuando el protagonista comparte cabaña con Jörg, se da cuenta de que apenas conoce a su compañero porque nadie se relaciona con él.

La historia está contada desde el punto de vista de alguien que no hace nada y la voz del niño suena cercana. El escenario se presenta como lugar tranquilo y al mismo tiempo claustrofóbico. Nadie puede salir del bosque, ni les permiten abandonar el grupo; la belleza de un paisaje natural contrasta con las emociones que atraviesan los personajes.

Por las noches, el niño sueña con un lobo, aunque no comprende qué significa. A medida que las visitas del lobo se vuelven frecuentes, la tensión narrativa también crece. Sabemos que algo malo puede ocurrir en cualquier momento y los que miran para otro lado alimentan la frustración. Pensaba que el lobo cobraría significado con más fuerza, incluso el color amarillo de las ilustraciones vaticinaba un estallido con más carga simbólica, pero el suspense no acaba por romperse.

El final no resuelve los problemas, como si todo lo anterior no llevara a ningún sitio. Es cero satisfactorio, si bien el niño venía anunciando un desenlace parecido desde el inicio. Destaco el repaso a los adultos que actúan con indiferencia y las preciosas ilustraciones de Regina Kehn. Pero siento que le faltan páginas para que el mensaje no parezca: hay que resignarse y esperar.


«Tengo reputación de que me gusta quejarme y de que nunca tengo ganas de nada, pero eso no es verdad: me quejo solo de cosas que no tienen sentido. Lo que pasa es que hay muchas cosas que no tienen sentido».

«La moraleja de la historia es "Si eres amable con el mundo, el mundo será amable contigo". Menuda tontería. Quien se haya inventado eso nunca ha tenido problemas de verdad, nunca ha estado solo, ni ha sido débil o pobre, y nunca lo han marginado».