11 junio 2019

Retrato de un asesino: Crimen en Navidad | Anne Meredith

Traducción: Daniel de la Rubia | Editorial: Alba


SINOPSIS

«Adrian Gray nació en mayo de 1862 y murió violentamente a manos de uno de sus propios hijos el día de Navidad de 1931. El crimen fue espontáneo e impremeditado, y el asesino se quedó mirando primero el arma dejada en la mesa, luego el cadáver, a la sombra de las cortinas de tapiz, aún sin miedo, sino incrédulo y sin palabras»: así comienza Retrato de un asesino (1934), una de las primeras muestras de novela policiaca «invertida», donde la identidad del asesino es conocida desde la primera página y el suspense se elabora a partir de sus coartadas y de la incógnita de si será descubierto o conseguirá escapar. Al mismo tiempo, la novela pertenece a la noble tradición inglesa de los crímenes en Navidad, punto de partida, por lo general, para un siniestro retrato de familia. Anne Meredith no desaprovecha ninguno de estos elementos y se adentra en la psicología criminal creando un gran personaje de asesino artista que entronca con otra conocida tradición británica, el esteticismo decadentista.


OPINIÓN PERSONAL

La historia es muy correcta, pero su lectura me parece cada vez más tediosa. En realidad, la novela retrata a toda una familia, cada quien más despreciable. El misterio se eterniza hasta lo indecible. Y culmina con un final redondo que, más que sorprenderme, me encuentra algo desganada.


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