10 febrero 2024

Nosotros | Evgueni Zamiati

Traducción: Alejandro Ariel González | Ilustración de cubierta: Lillette Gobin | Editorial: Hermida



SINOPSIS

Esta es la primera y única traducción en español fiel al estilo de escritura tan peculiar de Evgueni Zamiatin en «Nosotros», acorde con el ambiente futurista en el que se desarrolla esta novela, precursora del género distópico de Aldous Huxley y George Orwell.

La novela Nosotros refleja las terribles consecuencias de los regímenes totalitarios que al comienzo del siglo xx se encontraban en pleno auge. En el futuro nuestro estilo de vida en sociedad basado en la «libertad individual» es un estilo de vida salvaje, desorganizado y nómada. En esta sociedad del futuro los sueños constituyen una grave enfermedad psíquica, la libertad sexual es vista como un acto practicado por bestias salvajes, y la libertad personal está estrechamente vinculada al crimen.

Ahora los antiguos humanos que viven en libertad están separados por un inmenso muro de la ciudad de cristal, donde viven los protagonistas de la novela despojados de su humanidad, de su «yo», convertidos en números: el «nosotros». Esta nueva sociedad está bajo el control del Bienhechor, donde rigen normas que tienden a hacer divino lo lógico, donde sólo lo racional es bello y donde las pasiones están reguladas aritméticamente: «cualquier número tiene derecho a cualquier otro como producto sexual». Los hombres se han situado a la altura de Dios, han vencido al demonio, que para ellos significa la violación de toda prohibición, y son sometidos a una operación quirúrgica por la que se les extirpa la imaginación y la fantasía, lo que traerá consecuencias irreversibles.


OPINIÓN PERSONAL

D-503 es el constructor del Integral, una nave que viajará por el universo en busca de “antecesores”: civilizaciones menos avanzadas. El constructor es un matemático, pero le han encomendado la tarea de escribir un libro que ensalce las virtudes de un sistema que asusta. D-503 plasma los hechos acontecidos en una especie de diario que acabará viajando a través del universo en busca de lectores “salvajes”. Así pues, el único propósito de su redacción es convencer a sociedades más atrasadas de que «el único medio para librar al hombre del crimen es librarlo de su libertad». 

Tras la guerra de los Doscientos Años, un conflicto bélico entre la ciudad y el campo, apenas sobrevivió el 0.2 de la población. Los supervivientes levantaron un Muro Verde como protección de lo salvaje. Desde hace mil años, la individualidad no existe e impera el dominio del Estado Unido, un estado totalitario que controla incluso el pensamiento de la población, instándoles a pensar como un "nosotros".

La ambientación es un futuro distópico que contempla todos los aspectos de la vida humana: la cultura, el arte, el trabajo y el ocio. El autor desglosa ampliamente las características de cualquier tipo de actividad, imaginando un mundo donde «bello sólo es lo racional y útil». En esta nueva sociedad todo se ha matematizado y los habitantes son robots bajo el “benéfico yugo del Estado”. La inspiración artística se contempla como ataques de epilepsia y los sueños son una enfermedad psíquica.

Mientras D-503 describe un sistema que los obliga a ser “felices”, su mente enferma influenciado por su relación con I-330. El constructor comienza a ver las costuras de un Estado opresivo que los quiere alienados ocupando un tiempo y un espacio. Su manuscrito pone en duda la Verdad, se muestra disconforme con una sociedad matemática y reflexiona como individuo único a través de abstracciones y estallidos de color, usando la sinestesia como recurso lingüístico. A medida que se adentra en lo salvaje, concibe la locura del pensamiento como una enfermedad de la que no quiere curarse.

Distopía pionera y precursora de clásicos más conocidos, una crítica futurista al totalitarismo político que apoya su discurso en un paralelismo religioso certero. Sin embargo, la narración es costosa y resta nota, un texto interesante aunque confuso y de prosa extraña. 

 

«Me siento a mí mismo. Pero se sienten, se dan cuenta de su individualidad, sólo el ojo sucio, el dedo que supura, el diente que duele: el ojo, el dedo y el diente sanos es como si no existieran. ¿Acaso no es evidente que la conciencia individual no es sino una enfermedad?»

«A aquellos dos en el paraíso - se les dio a escoger: o la dicha sin libertad o la libertad sin dicha; no había tercera opción.»


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