Traducción: Claudia Conde | Ilustraciones: Douglas Smith | Editorial: Planeta
SINOPSIS
En un pueblo de pescadores de Munchkinland nace la primera hija de Melena. Su marido, el párroco unionista Frex, no puede estar con ella porque ha llegado al pueblo un teatro de títeres cuyos espectáculos irreverentes y groseros están haciendo estragos en la comunidad. La niña recién nacida se llama Elphaba, tiene la piel verde y unos dientes de tiburón con los que arranca de un mordisco los dedos de la comadrona.
OPINIÓN PERSONAL
Elphaba es un bebé verde, con dientes de tiburón. Hija de un clérigo unionista y una madre de origen aristocrático, sus primeros años de vida están marcados por la ausencia de un padre que cree en el Dios Innominado y el aislamiento de una madre que considera a la niña un engendro.
Pasan los años y la novela acompaña a la joven Elphaba desde su concepción hasta convertirse en la Bruja Mala del Oeste, construyendo la psicología de un personaje genuinamente bueno e inocente, aunque cada vez más expuesto a las crueldades de “un mundo demasiado horrible para ser comprendido”.
Durante su asistencia a la Universidad de Shiz, y en compañía de otros estudiantes, comienza a perfilar el mapa político de Oz y la Ciudad Esmeralda. Las memorias de la bruja mala es una fábula de carácter político y teológico, en una época de tensión social, injusticia y hambre generalizada, sequía y guerra.
La reina Ozma ha sido depuesta por el Glorioso Mago, aquel que bajó del cielo montado en un globo y orquestó un golpe de Estado. También la ciencia lucha para no ser eclipsada por la superchería, al tiempo que los Animales (animales con alma) son objeto de repatriación, cosificación y crímenes políticos.
Wicked es una trama lenta, un retrato social sin grandes giros argumentales, pero bien esquematizado, generoso a la hora de mostrar culturas diferentes y lo bastante crítico para que resulte imprescindible. El trasfondo humano me fascinó cuando era adolescente y he vuelto a devorar sus páginas siendo ya adulta mala.
«Por lo que a mí respecta, ser sensible es muchísimo mejor que ser estúpido.»
«Nunca uso las palabras humanista o humanitario, porque, para mí, el ser humano es capaz de cometer los crímenes más atroces de la naturaleza.»
«A los pobres no les hace falta ningún cuento que les explique de dónde ha salido el mal. Simplemente existe, siempre ha existido. Nunca se sabe cómo se volvió mala la bruja, ni si fue correcta su decisión.»
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