22 mayo 2025

Una mínima infelicidad | Carmen Verde

Traducción: Regina López Muñoz | Diseño de cubierta: Donna Salama | Editorial: Tránsito


SINOPSIS

Annetta tiene un cuerpo mínimo, sus huesos no crecen. Esa pequeñez avergüenza a la bella y elegante Sofia Vivier, su madre, una mujer rodeada de misterio que vive como una huésped en su propia casa. Sofia se calza con terquedad su papel de madre, pero empapa a su hija día tras día de una infelicidad vaga y abstracta. Por otro lado, el padre es para ellas un extraño. La llegada a la casa de Clara Bigi, que viene para establecer un orden, lo pone todo patas arriba: con sus imposiciones duras y absurdas comienza a desmoronarse el mundo de la pequeña, quien se siente cada vez más atrapada en una carrera sin fin por alcanzar el amor de Sofia. Con el paso de los acontecimientos, Annetta se vuelca por completo en su madre, cultivando la desdicha de esta como un regalo en lugar de como una condena.

Sobria y elegante, de escritura desnuda, Una mínima infelicidad se fija en la relación entre una hija y su madre para explorar la infelicidad como lugar. Carmen Verde nos arrastra hasta la última página como si se tratara de un naufragio deseado. Finalista del prestigioso premio Strega, esta novela debut marca un hito en la narrativa italiana de los últimos años.


OPINIÓN PERSONAL

Annetta no crece, en palabras de la escritora, tiene un «cuerpo mínimo». Su madre la ignora, pero esa indiferencia parece alimentar su amor desmesurado hacia ella. No así con su padre, un hombre ausente y miserable con el que ambas mantienen una relación distante. No ahonda en el momento de la ruptura familiar, insinúa con delicadeza los motivos que los han llevado a despreciarse.

«Es más fácil entender las razones del odio que las del amor».

En realidad, la historia de Annetta está protagonizada por la biografía de su madre, Sofia Vivier, una mujer dócil, frágil e insegura que vive a escondidas en su propia casa. Desde que la abuela ingresó en un hospital psiquiátrico, están convencidas de que «la locura de Adelina dominaba a nuestra familia». Del mismo modo, trata la infelicidad de su madre como si fuera contagiosa.

Nadie es feliz aquí, las relaciones son cada vez más disfuncionales. Un libro que nos habla de infidelidad, enfermedad y muerte. La casa es una ambientación perniciosa y claustrofóbica, habitada por personajes retorcidos y no exentos de cierta maldad. La tristeza que emana de estas páginas aturde los sentidos y remueve las entrañas. 

Como de pasada, Annetta menciona el cuento de Wakefield como uno de sus libros favoritos y encuentro paralelismos en las emociones de los protagonistas, aunque las historias no tienen nada que ver.

Era justo lo que esperaba: intimista, doloroso y un relato en crudo.


«Toda mi persona estaba perfectamente contenida en la de mi madre».

«La infelicidad es un lugar, un lugar físico, un cuarto a oscuras en el que elegimos estar».