Traducción: Carmen Montes Cano | Editorial: Maeva
SINOPSIS
La joven escritora Erica Falck regresa a su pueblo natal tras el fallecimiento de sus padres. Poco después de su llegada, descubre el cadáver de su íntima amiga de la infancia, Alex, a la que no veía desde hacía años. Todo lleva a sospechar que se ha suicidado, pero la autopsia revela que estaba embarazada, lo que dispara las conjeturas de Erica. Intrigada, la novelista empieza a investigar la vida de su amiga. Con la ayuda del policía Patrik Hedström, un antiguo compañero de colegio, que pronto se convierte en algo más que un amigo, Erica descubre la red de mentiras que Alex había tejido a su alrededor.
OPINIÓN PERSONAL
Erica Falck es una autora de biografías que ha regresado a su pueblo natal para hacerse cargo de la casa que acaba de heredar de sus padres, recientemente fallecidos en un accidente, y para trabajar en su próximo libro. Cuando la familia de Alexandra Wijkner le pide que escriba un panegírico para el funeral de su hija, Erica no puede negarse. Alex era su mejor amiga de la infancia, hace 25 años.
Todavía conmocionada por la noticia, Erica comienza a investigar la vida de la víctima por su cuenta. Porque nadie en el pueblo entra a creerse que una mujer joven, guapa y rica como ella tuviera motivos para suicidarse de un modo tan atroz. Alex era propietaria de una galería de arte abstracto y se movía en los círculos más exquisitos, en compañía de su esposo.
De la noche a la mañana, Erica se ve involucrada en la investigación de un asesinato. Y con la ayuda del comisario Patrik Hedström, Erica descubre un oscuro secreto, largamente guardado.
«A veces no conocemos a la gente tan bien como creemos...»
La princesa de hielo fue la primera novela de esta autora y, como primera novela, no está nada mal. Pero sintiéndolo mucho, a mí no me ha gustado lo suficiente como para animarme con el resto de sus novelas, protagonizadas por los mismos personajes y ambientadas todas en el pequeño pueblo donde nació la autora. En general, me ha parecido una historia muy de manual. Es como si hubiera recopilado los ingredientes que siempre triunfan en una novela negra y los hubiera metido todos a calzador. De modo que ha construido unas circunstancias ligeramente artificiales y forzadas que, a lo sumo, son agradables porque estamos demasiado familiarizados con ellas.
Por otro lado, la prosa de Camilla Läckberg es tan pausada que su lectura me aburre y me agota. Iba ya a mitad de novela y seguía con la sensación de que la historia no avanzaba, ni terminaba de arrancar. Principalmente, su estilo narrativo consiste en mezclar el pasado y el presente con cierto desorden, a través de los recuerdos de cada personaje. Al mismo tiempo, utiliza el viejo recurso de iniciar cada capítulo sin mencionar directamente quién protagoniza los actos que describe. De modo que, para colmo de males, he tenido serios problemas a la hora de ubicarme con unos personajes que tampoco daban para mucho más.
Hasta cierto punto, el ritmo me recordaba más a las típicas películas policiacas de los domingos que a una buena novela. En definitiva, la autora hace lo imposible por generar suspense a través de giros dramáticos de última hora. Como bien es sabido, cuanto más drama, mucho mejor. Y en ese sentido, tengo la sensación de haber leído muchísima paja a lo largo de toda la novela, porque la historia está plagada de momentos y personajes irrelevantes.
Siento que también ha querido dar cabida a cierta denuncia social, retratando casi de puntillas la violencia de género o los abusos sexuales mediante subtramas que se resuelven de aquella manera. No obstante, los protagonistas de su relato no han estado a la altura de las circunstancias. Que por cierto, los diálogos no podrían parecerme menos naturales y poco espontáneos.
Y a pesar de todo, el caso se cierra por todo lo alto: el secreto de Alex me ha parecido, cuando menos, impactante. Si bien es cierto que todas las piezas del puzle resultaban igual de sórdidas, no me esperaba un desenlace tan retorcido. Eso sí, a pesar de que me ha parecido un desenlace formidable, no esperéis una biografía especialmente original.
En conclusión. Nada nuevo bajo el sol. No considero que sea una mala novela, pero tampoco la destacaría como una de las mejores novelas negras que he leído. La resolución del caso me parece excelente, pero todo lo demás es un estereotipo con patas. Demasiado común como para sorprenderme. Lo peor de todo es que los personajes no me han convencido.
«El problema es que, si no dejas que nadie pase al otro lado del muro por miedo a que resulte un enemigo, también terminas por dejar fuera a los amigos».
«Era curioso ver cómo sentimientos totalmente opuestos podían mezclarse hasta convertirse en un sentimiento nuevo. Amor y odio resultaban en indiferencia. El deseo de venganza y el perdón se convertían en determinación. La ternura y la amargura, en dolor; un dolor tan grande que podría destrozar a un hombre».
«A mí solo podrá juzgarme quien pueda ver mi alma».