21 agosto 2022

La hijastra | Caroline Blackwood

Traducción: Íñigo Fernández Fernández-Lomana | Editorial: Alba


SINOPSIS

Una mujer en la treintena escribe mentalmente, firmando con la inicial «J», cartas sin destinatario concreto. Suele despedirse con una fórmula del tipo «Tuya, hecha una furia» o «Tuya, sin levantar cabeza». Arnold, con quien está en trámites de divorcio, es un renombrado abogado que la ha dejado por una «francesita» y se ha instalado en París; le pasa dinero sin escatimar y le paga un lujoso piso con magníficas vistas en Manhattan. Allí vive ella ahora con Renata, la hija de trece años que Arnold tuvo en un matrimonio anterior, además de con Sally Ann, su propia hija de cuatro, y una interna francesa llamada Monique. Todas se llevan fatal, apenas se hablan. Renata hace bizcochos de sobre. Monique escribe cartas a gente de verdad. «J» la envidia por eso. Por lo demás, no sale nunca: se refugia en la soledad, la rabia, el resentimiento y el engaño que, con lengua viperina, recrea en sus cartas. Un día tiene por fin una conversación con Renata, que conduce a sorprendentes revelaciones y tiene consecuencias dramáticas.

La hijastra (1976) fue la primera novela de Caroline Blackwood. Además de la crónica de una guerra de nervios, es un estudio a la vez pulcro y sarcástico de la «silueta hostil y tenebrosa» de una mujer abandonada y, especialmente, de un marido desleal cuya ausencia gobierna la casa, como una manipulación más. El matrimonio, la maternidad y la familia construyen una cárcel de cristal para la protagonista y dan pie a una fábula casi gótica, enloquecida e irreverente.


OPINIÓN PERSONAL

La protagonista de esta novela epistolar imagina las cartas que escribiría a una amiga ficticia como una suerte de catarsis, una confesión hacia sí misma.

Su marido le ha comunicado que quiere el divorcio y que le encomienda los cuidados de su hijastra, una chica «obesa y retrasada». Destrozada por la noticia, la mujer se convierte en una persona despiadada, cruel y despótica que dedica cada segundo de su existencia a hacerle la vida imposible a la chica francesa que su exmarido ha contratado para que la ayude con los cuidados de las dos niñas (la hijastra y su propia hija).

En las cartas mentales que no llega a escribir, detalla la convivencia enfermiza de las cuatro y su relación con una hijastra a la que únicamente soporta para mantener los privilegios de una vida acomodada.

La novela arranca con muchísima fuerza y deja entrever un trasfondo social que me ha encogido las entrañas. También refleja a la perfección cómo percibimos el mundo a través de nuestras emociones, cómo tergiversamos la realidad en base a nuestros prejuicios. Pero su relato se vuelve repetitivo y la historia deriva en un final que me ha dejado fría.


«...esta necesidad tan abyecta que tengo de que todo el mundo se sienta tan desdichado como yo.»


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