Cuando el mundo se acabe | Aoife Awen

Imagen de cubierta: Toa Heftiba

SINOPSIS

Llegaron de la nada y lo devastaron todo. Arrasaron con el planeta en busca de la energía viva para usarla como combustible para sus armas, para sus naves. La que mantiene vivo el planeta y la nuestra, la interior, la que se eleva y vibra cuando nos apasionamos, cuando nos enamoramos, cuando luchamos por nuestros sueños, durante los momentos de felicidad.

Cuatro años después de que se marchasen, y aunque estamos seguros de que regresarán, intentamos recuperarnos. Me mantenía a salvo pero mi vida se complicó hace unos días con la llegada de un hombre herido y a punto de morir. Un hombre al que conocí hace seis años.

Ahora Liam había vuelto a mi vida. El Universo volvía a hacernos coincidir, como si todos aquellos encuentros casuales del pasado hubiesen sufrido una pausa.

Pero él no era como yo creía y ahora debíamos iniciar un peligroso viaje juntos, de vuelta a nuestra antigua ciudad, para salvar lo único que nos unía.

OPINIÓN PERSONAL

Llegaron de la nada y lo devastaron todo. Los llamados Tóxicos usaron cientos de naves y campos absorbedores de energía planetaria para recolectar la fuerza vital y espiritual de la Tierra. Los supervivientes de la Succión creen que los alienígenas regresarán cuando la humanidad esté recuperada y el planeta rehabitado. Muchos permanecen aquí, su propia especie los repudió por alimentarse de la energía vital humana directamente. Y algunos caníbales están empezando a imitarlos...

Iris es una de tantos supervivientes que viven recluidos en asentamientos, incapaz de abandonar el recinto debido a una experiencia traumática. Desde hace poco más de un año, comparte su vida con un hombre inmaduro, dependiente y celoso de perderla. No es la primera vez que Héctor amenaza con suicidarse impulsado por su inseguridad. Su novio es más tóxico que los extraterrestres.

Su relación se vuelve aún más conflictiva tras la llegada de un hombre malherido al que Iris conoció hace seis años: el padre de Álex, un adolescente que ella ha cuidado como a un hijo durante todo este tiempo. Parece que Liam e Iris están destinados a encontrarse siempre en todas partes. Y aunque Liam no es como ella creía, juntos tendrán que iniciar un viaje para salvar a la persona que los mantiene unidos.

El viaje en realidad solo es una larga conversación entre dos enamorados que nunca llegaron a declararse. Juntos se enfrentarán a innumerables peligros que pondrán a prueba lo que sienten el uno por el otro. Podría decirse que esta es la historia de amor entre una mujer muerta de miedo y un hombre pesimista que no cree merecer las cosas buenas de la vida. La pareja protagonista me agrada porque son personas normales, con inquietudes reales, y el triángulo amoroso retrata una relación tóxica, por desgracia, bastante común.

El tipo de historia me recuerda al estilo de R y Julie porque la ciencia ficción es solo un escenario y no dejo de ver segundas intenciones. La importancia que le concede a la salud mental de los seres humanos o que los malos sean llamados Tóxicos. He sentido que esta novela no habla de una invasión, habla de algo más, una historia donde las emociones son vistas como un escudo o un arma. La parte espiritual de la trama es más fantasía que ciencia ficción y en ese sentido soy más afín a Liam.

La premisa me ha parecido interesante, aunque reconozco que me ha sabido a poco. Se centra en el romance, que también tiene altibajos, y no profundiza en la trama apocalíptica, con todo el juego que daban los conceptos que ha creado. En palabras de la propia autora, le apetecía escribir algo ligero, pero a la vez intenso y que no le llevara mucho tiempo. Una novela relativamente corta y disfrutable, perfecta para desconectar. El final es abrupto, pero tan inesperado que compensa.  

Podéis descargar la novela a través de aoifeawen.com

«Siempre he creído que todo sucede por algo, que existe algo mucho más grande que nosotros que nos guía si sabemos percibirlo. Que todos tenemos un propósito aunque nunca lleguemos a saber cuál ha sido.»

«El amor de tu vida podía ser alguien con quién solo hubieses pasado unos días u horas, alguien por quien hubieses sentido Amor con mayúscula.»