05 mayo 2024

Tras el lienzo | Mireia de No Honrubia

Ilustración de cubierta: Alba N.F. (@kalisdice) 


SINOPSIS

En 1890, Amelia, una joven acomodada, vive día a día sin pensar en el futuro. A pesar de la presión social, no tiene ningún interés en casarse o dejar su empleo en la galería de arte que dirige su tío.

Guiada por la curiosidad, descubre que han intentado robar una obra de arte dejando atrás una falsificación. Preocupada por la credibilidad del museo, Amelia iniciará una investigación que la llevará a conocer a una nueva aliada: la copista Nellie. Ambas se verán implicadas en una trama en la que el robo será solo el principio.

¿Conseguirán descubrir la verdad tras la falsificación?


OPINIÓN PERSONAL

Londres, 1890. Dos ladrones han intentado robar un cuadro en la galería de arte Whitergold. Por suerte, la policía los detuvo cuando salían y todo quedó en una simple anécdota. Sin embargo, muchas instituciones podrían dejar de colaborar con el museo si los rumores que corren llegasen a oídos de los propietarios.

Por esa razón, Amelia Raines decide investigar por su cuenta. Amelia es sobrina del director y trabaja en el archivo del museo; aunque viene de una familia acomodada, no tiene el menor interés en casarse y solo pretende la independencia económica. Su investigación comienza como una aventura, pero los motivos que han promovido el robo pronto ponen en peligro su vida.

Transgrediendo las normas sociales de la época, Amelia contará con la ayuda de su nueva amiga, Nellie Vance, una mujer casada que acude con frecuencia al museo para pintar y replicar los cuadros de las exposiciones temporales. Nellie no solo enfrenta las consecuencias de un caso sin resolver, también es una esposa afectada por la convivencia con una suegra que la maltrata a espaldas de su hijo.

La ambientación me ha parecido entrañable, con un estilo de prosa bonito que hace su lectura amena. Tras el lienzo es “una mirada femenina de la sociedad victoriana”. Amelia y Nellie no solo buscan la verdad, son dos mujeres cada vez más resueltas en un mundo de hombres. Si bien Amelia se comporta como una adolescente de clase privilegiada, a veces es contradictoria y he echado de menos más determinación por su parte cada vez que rechaza las verdades incómodas para no salpicar al museo. 

El ritmo narrativo entretiene, aunque el final peca de predecible desde las primeras páginas y no aporta nuevos datos a la investigación, no hay muchos sospechosos. El misterio consiste en dos buenas amigas conversando con los mismos personajes e intercambiando la misma información en diferentes escenarios. Las coincidencias y casualidades son convenientes. Con todo, es un libro agradable que gustará.

Otras obras de la autora: Los fantasmas del Tibidabo 


«Se sentía tan enfadada y a la vez tan triste que empezaba a entender todas esas personas que buscaban justicia a cualquier precio en las novelas que alguna vez había leído.»


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