10 agosto 2024

Las semillas del rencor | Esther Magar

Ilustración de cubierta: Samuel Manjón


SINOPSIS

Escondido entre montañas, Pesinistra es un pueblo hostil incapaz de sacudirse los prejuicios. De Elisa dicen que lleva el demonio dentro por el color de su pelo. Ella no está dispuesta a tolerar su desprecio y se marcha a la gran ciudad. Pero allí no encuentra un futuro mejor y regresa al pueblo, donde solo le queda la mala vida que le vaticinaron.

Armada con el odio que han sembrado en ella, hará un juramento que sellará el destino de sus descendientes y de Pesinistra.


OPINIÓN PERSONAL

Elisa es una mujer de pelo rojo «repudiada en público por las mujeres de honrada condición y amada en secreto por hombres de escaso decoro». Su historia da comienzo a una saga familiar de cinco generaciones en un pueblo olvidado por el mundo y rodeado de montañas.

Pesinistra es un pueblo de chismosos, donde las ventanas tienen ojos y las paredes oídos. Parece que el único fin de los vecinos fuera criticar, darle mala reputación a las mujeres adelantadas a su tiempo y difundir los últimos cotilleos. La mayoría de los personajes son maliciosos y repulsivos, no lo digo como crítica, todos están bien construidos, tienen recorrido y reflejan la realidad de los pueblos anticuados, en contraste con la ciudad, más moderna y abierta a los cambios.

La historia transcurre entre los años 1843 y 1983, aunque sería más correcto decir que es un libro de muchas historias. A través de cinco protagonistas conocemos la biografía de cada núcleo familiar, viendo cómo pasan las décadas a la espera de que la vida y la sociedad sean más justas con la siguiente generación. En Pesinistra, las mujeres solo sirven para casarse, cuidar la casa, ser decentes y tener hijos. A su vez, los hijos heredan el negocio de los padres y no pueden elegir su propio camino.

Es una novela con mucho poso social, protagonizada por individuos que no pueden ser felices porque están llenos de odio o bien se han convertido en víctimas de sus propios prejuicios. No encontramos una trama propiamente, son vidas entrelazadas que discurren en un pueblo que evoluciona, un retrato social sutilmente decorado por el realismo mágico más intimista que deriva en un desenlace simbólico. 

Solo me queda aplaudir la pluma de la autora y decir que su prosa es impecable.


«A los vivos se los desprecia con habladurías y a los muertos, con silencios.»

«Siempre es la mujer la que escapa de su pasado. El hombre hace y deshace a su antojo, sin sufrir las consecuencias de sus actos.»

«La única forma de sobrevivir en esta mísera vida es renegando del corazón; quien no entiende eso, está destinado a sufrir.»


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