Ilustración de cubierta: Sarah Randt | Ilustraciones: Irene Reina
SINOPSIS
Massenger está siempre encapotada. Cuentan que al otro lado de ese mar de nubes se encuentra una ciudad de ángeles y que desaparecieron de la noche a la mañana hace más de una década. Nadie, sin embargo, se ha aventurado a buscarlos. Prila tiene un truco: deja que el aire la lleve. Aunque siempre ha visto esa ciudad fantástica desde la distancia, conoce bien el viejo invernadero, donde viven muchos de sus amigos, los pájaros. Pero ¿de dónde han salido esas aves maravillosas y por qué son capaces de hablar? ¿Tendrán algo que ver con la desaparición de los ángeles?
OPINIÓN PERSONAL
Los supervivientes de la cuarta guerra mundial habitan macrociudades protegidas por altos muros de hormigón. La vida en la Tierra se ha extinguido y los que viven fuera de los muros han sido «bendecidos» por la radiación nuclear.
Nadie ha salido de Massenger en los últimos 1500 años. Prila es una historiadora albina de 18 años que intenta sacar información de los discos de las computadoras para recuperar la tecnología y la cultura perdidas. Su padre la abandonó y no le conoció. Pero le dejó en herencia un curioso don: puede volar, «como una pluma en corrientes de aire», y hablar con los pájaros de un invernadero construido a dos mil metros de altura, junto a la ciudad de los ángeles.
Edén es ahora una ciudad fantasma. Los humanos ignoran por qué se habían ido los ángeles, hace 20 años. Pero, cuando unos hombres de negro atacan el invernadero, Prila inicia un viaje más allá de los muros que protegen la ciudad.
La premisa de la novela tiene muchos puntos de interés, pero el ritmo narrativo es vertiginoso. Desde las primeras páginas, todas las escenas pasan demasiado rápido y no desarrolla la información secundaria. Parece un resumen de una novela más extensa, incluso se echa de menos un poco de relleno. El esquema que traza sobre el mapa avanza a saltos y muchos detalles acaban siendo irrelevantes. Visita lugares comunes y en conjunto no resulta lo bastante sólido para que funcione.
La protagonista se comporta como una niña pequeña, «quería llorar y a mi mamá», pero a medida que el viaje le permite descubrirse a sí misma, se convierte en una heroína capaz de inspirar a otros. La historia quiere convertirla en un símbolo de revolución, el problema es que su personalidad no tiene peso y la mano de la autora se vuelve visible en la crítica social. Es un libro lleno de referencias a otras obras y guiños a la historia reciente.
El final es predecible, de un modo agradable y satisfactorio. Aunque es un mensaje edulcorado que en mí no cala por su falta de matices, nos habla del bien y del mal, de perdonar a las personas malas que se arrepienten de sus actos. Con todos los peros, encuentro buenas ideas y una lectura ligera. Daré la oportunidad a próximos libros, con más experiencia narrativa, porque me gusta lo que promete.
«Todos hacemos cosas malas cuando estamos asustados o enfadados, lo importante es recapacitar y disculparse».
«No te imaginas lo solitaria que puede ser la vida sin nadie con quien compartirla».