Traducción: Alberto Pérez Vivas | Editorial: Alba
SINOPSIS
¿Hay que ir con cuidado con lo que se desea porque se puede convertir en realidad? Así podría resumirse esta novela del gran escritor ruso Aleksandr I. Kuprín (1870-1938).
El joven Iván Stepánovich Tsviet es un simple administrativo del Juzgado de Menores Huérfanos; canta también, para «duplicar su raquítico sueldo», como sustituto en el coro de la parroquia; vive en una buhardilla y manda dinero a su madre; no fuma, no bebe, no juega y no es mujeriego. Su único sueño es que lo asciendan en el trabajo. Pero he aquí que un día se le presenta un tal Tófel, «agente de negocios», para comunicarle que ha heredado de un tío suyo una mansión y unas tierras en una lejana provincia. Al visitar la inesperada heredad, descubre que ese pariente suyo tenía fama de nigromante y encuentra en su biblioteca un peculiar libro satánico que intenta descifrar. A partir de ese día se encuentra dotado del increíble poder de que se cumplan todos sus deseos... un don que al principio le fascina y divierte pero que poco a poco acaba siendo para él, que nunca ha sido ambicioso, un auténtico fastidio.
La estrella de Salomón (1917) es una hermosa fábula de magia, amor y nostalgia, una vuelta humorística al género fáustico, escrita con gran inteligencia y un insólito sentido de la bondad.
OPINIÓN PERSONAL
Iván Stepánovich Tsviet es un funcionario afable, sin grandes aspiraciones y con pequeños placeres, que pasa desapercibido entre los demás. Lleva una vida austera, canta en el coro de una ciudad de provincias y cae bien. Es un hombre íntegro con un talento para resolver jeroglíficos que cambiará su suerte.
Su vida tranquila se acelera cuando recibe en herencia la casa señorial de un tío misántropo y excéntrico que murió hace diez años. El agente de negocios Tóffel le informa de la mala fama que tiene la parcela entre los campesinos, quienes creen que su tío era un alquimista loco que hizo tratos con el diablo.
«Entonces fue cuando pensó, con una mezcla de vergüenza y temor, en la desenfrenada locura que se adueñaría del mundo si los deseos de la gente tuvieran la capacidad de materializarse en un instante».
El argumento que adelanta la sinopsis sucede a mitad de novela y todo lo anterior se centra en describir la vida social del funcionario. Un arranque lento, pero necesario, que presenta las peculiaridades de un protagonista anodino cuando es sacudido por algunos pensamientos morbosos.
Podría haber explorado más el alcance de su nueva suerte, pero ahí reside la moraleja. Es un libro crítico con la humanidad y entretenido, para echar un rato.
«¿Cambia tanto la vida, según se tengan o no los ojos cerrados?»