Cieloalto | Diego Agrimbau y Pietro

Editorial: Grafito

Foto del libro Cieloalto


SINOPSIS

La ciudad de Cieloalto está construida sobre un gigantesco puente elevado a cientos de metros de altura. La vida en sus calles puede imaginarse fácilmente a partir de la siguiente suposición:

¿Qué sucedería si la edad de una persona no se determinara por el paso del tiempo sino por su ubicación en el espacio?

Si avanzas envejeces, si retrocedes rejuveneces.

Una vida inmortal dentro de un espacio limitado.

Esta es la historia de Javier Dosaires y de su larga vida en lo alto del puente.

Una vida marcada por aquellos dos segundos en los que desperdició toda una eternidad.

Una historia original de ciencia ficción sobre viajar en el tiempo y la inmortalidad.


OPINIÓN PERSONAL

«La orgullosa Cieloalto, la elevada, la que creyó haber escapado al paso del tiempo. Nadie sabía decir cuál era su límite, se extendía de este a oeste, interminable».

Javier Dosaires tiene quince años en la sección 2411, pero si atraviesa los barrios de Cieloalto su cuerpo envejece hasta un ciclo vital de noventa y cinco años. También rejuvenece cuando regresa sobre sus pasos. Javier es un «permanente». Mientras no salga de estas secciones, su cuerpo no morirá.

Su vecina Matilde, en cambio, es una «viajante». Envejece con el paso del tiempo y puede moverse libremente a lo largo de Cieloalto sin consecuencias. Permanentes y viajantes no suelen relacionarse, incluso se miran con desprecio o desconfianza. 

En un mundo en el que unos pocos son prácticamente inmortales, por supuesto que la sociedad acabaría iniciando una guerra que podría acabar con todos.

Las primeras páginas son una presentación amena, dinámica y bien explicada de las normas temporales que afectan a parte de la población de Cieloalto. Conocemos así las limitaciones de los permanentes, sus costumbres y la relación con los viajantes que gobiernan el mundo.

El protagonista es un permanente que asiste a los cambios y a la muerte desde un distanciamiento moral, pensando en sobrevivir a cualquier precio. Al fin y al cabo, tiene la eternidad por delante y todas las segundas oportunidades que quiera. No es un hombre del que encariñarse, es un retrato de la sociedad aletargada que se deja consumir por la desesperanza. ¿Hay algo más importante que la propia vida?

«Cualquier sentimiento de culpa, rencor o fastidio, languidecía tras una gruesa capa de costumbre».

El escenario de fondo es el odio reprimido entre vecinos y lo absurdo de una guerra que siempre vuelve. En otras palabras: el ciclo de la violencia. Hay momentos duros y agresiones, más o menos explícitos, actos crueles que nos llevan a preguntarnos: ¿el ser humano es capaz de llegar tan lejos? La respuesta, ya la conocemos. 

Y todo lo anterior, contado con un dibujo perfecto que sigue el ritmo de los diálogos con buen pulso. Se agradecen los detalles, la cantidad de información que aporta a la historia sin palabras. Visualmente, puedes detenerte en cada viñeta descubriendo la construcción de un mundo original que ofrece algo diferente.