17 mayo 2017

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Blade Runner) | Philip K. Dick

Traducción: Miguel Antón | Editorial: Minotauro



SINOPSIS

En el año 2021 la guerra mundial ha exterminado a millones de personas. Los supervivientes codician cualquier criatura viva, y aquellos que no pueden permitirse pagar por ellas se ven obligados a adquirir réplicas increíblemente realistas.

Las empresas fabrican incluso seres humanos. Rick Deckard es un cazarrecompensas cuyo trabajo es encontrar androides rebeldes y retirarlos, pero la tarea no será tan sencilla cuando tenga que enfrentarse a los nuevos modelos Nexus-6, prácticamente indistinguibles de los seres humanos.


OPINIÓN PERSONAL

Rick Deckard es un cazador de bonificaciones. Es decir, un humano cuyo trabajo consiste en cazar los androides fugitivos que han llegado a la Tierra. Deckard vive en una Tierra prácticamente destruida por el polvo radioactivo. Cuando finalizó la Guerra Mundial Terminal, la mayoría de los seres humanos emigraron a una colonia en Marte. Los robots humanoides fueron creados, precisamente, como esclavos para facilitar la vida de los humanos en dicha colonia. Actualmente, la Rosen Association ha creado un nuevo prototipo, el Nexux-6, un androide tan parecido al ser humano que únicamente puede ser identificado como robot a través de una prueba basada en la empatía: el test de Voigt-Kampff.

Los pocos humanos que habitan nuestro planeta buscan, por todos los medios, diferenciarse de los androides. Y por esa razón, adquieren carísimos animales, ya que sentir empatía hacia otro ser vivo les hace sentirse más humanos. De hecho, consideran que es inmoral y antiempático no poseer ningún animal. Sin embargo, Deckard no puede permitirse un gasto económico tan elevado y tiene que conformarse con cuidar de una oveja mecánica. Pero su situación económica no es el único drama que atraviesa en su vida, ya que su mujer Iran está deprimida.

Ahora bien, Deckard permanece en la Tierra para cumplir con su trabajo. Pero algunas personas calificadas "especiales" son retenidas en el planeta en contra de su voluntad. Es más, los especiales han dejado de formar parte de la humanidad, así que no se pueden reproducir ni emigrar. John R. Isidore es un "cabeza de chorlito" que vive solo en un edificio abandonado. Y su historia es la más aburrida e irrelevante de toda la novela.

Por último, nos encontraremos con la figura de Wilbur Mercer, algo así como el fundador de una nueva teología: el mercerismo. Y llegados a este punto, me he perdido. Los fanáticos de esta nueva religión poseen una caja de empatía que les permite conectar entre sí, pero yo no entiendo por qué el daño que reciben en esa especie de nube virtual puede convertirse en un daño físico. No comprendo la fusión con Mercer, ni qué es el mundo-tumba. Por otro lado, al margen de esta creencia, la humanidad ha desarrollado un órgano de ánimos, una especie de máquina que te provoca la emoción que tú introduzcas mediante un código. Pero apenas se le concede importancia a lo largo de la novela.

Pensaba que me iba a enfrentar a una prosa mucho más complicada, pero me ha parecido una lectura bastante amena que no me ha costado seguir en ningún momento. El ritmo narrativo es pausado, ya que realmente no se trata de una novela de acción, pero la historia no se hace especialmente pesada por ello. Al contrario, el modo en que analiza las emociones humanas ha captado mi interés en todo momento.

Reconozco que, durante las primeras páginas, me he hecho un poco de lío con la historia debido a una ambientación plagada de términos desconocidos e inventados. Sin embargo, a medida que avanzaba en mi lectura, me iba sintiendo cada vez más intrigada por el desenlace. El futuro que describe me ha parecido muy interesante, en parte porque el argumento se vuelve más sólido con cada explicación científica que plantea.

No obstante, el final no me ha convencido del todo. Podría decirse entonces, que la historia me ha gustado la mayor parte del tiempo, pero revisaría muchos de los párrafos que construyen su desenlace. De todas formas, es un libro que merece la pena leer porque su contenido, en general, resulta interesante a día de hoy.


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