10 junio 2023

Había una vez una promesa | Grisel Zamarrón

Diseño de cubierta: Charito Arroyo El Taller


SINOPSIS

Oliver murió una fresca mañana de octubre.

Treinta y cinco años comiendo equilibrado, sin vicios y durmiendo bien no lo salvó de un accidente en coche.

Su alma dejó su cuerpo, pero no quería dejar a Mérida, su esposa, ni a Kathy, su pequeña hija. A pesar de que no pudieran verlo o escucharlo, había hecho una promesa y estaba decidido a cumplirla.

Aunque eso signifique tener que ver cómo su hogar y su familia pueden dejar de ser lo que conocía.

Tanto tiempo diciéndole a su hija que los fantasmas en el ático no existen, y ahora su papá fantasma la cuida desde ahí.


OPINIÓN PERSONAL

Cuando Oliver muere en un accidente de tráfico, su alma no trasciende al más allá. Le había prometido a su esposa Mérida que siempre estaría su lado y ha cumplido su promesa.

La novela nos cuenta en primer lugar cómo se conocieron y nos presenta su noviazgo como una historia de amor idílica. Los primeros capítulos describen a la familia de Mérida y su relación con Oliver, al que siempre han tratado como a un hijo. Son un matrimonio enamorado y feliz, que pronto forman su propia familia con el nacimiento de la pequeña Kathy.

Sin embargo, con la muerte de Oliver vamos a descubrir que no es oro todo lo que reluce y conocemos mejor los pequeños conflictos diarios de la familia. Con el paso de los meses, la relación entre Mérida y sus hermanas es más estrecha, pues ellas son su principal punto de apoyo, aunque aquí el cariño hace el roce.

Parece más un drama familiar que un libro sobre cómo superar una pérdida. El fantasma de Oliver observa a su mujer mientras ella trata de rehacer su vida... pero es como si el tiempo no pasara, su marido siempre está presente y vive las fechas señaladas con tristeza. 

¿Cómo rehace su vida un fantasma? Oliver permanece refugiado en casa, no está listo para ir al exterior y le da miedo ser invisible. Está "vivo", puede mover objetos si no deja demasiada huella, pero nadie lo ve... ¿o sí?

La interacción del fantasma con sus seres queridos es una trama ligeramente tóxica que me ha cabreado en más de una ocasión. La autora nos deja ver la cara menos amable y más realista de los personajes, si bien es cierto que lo compensa con una reflexión bastante acertada. 

El drama no ha llegado emocionarme, pero tiene otros puntos de interés y me ha gustado mucho el mensaje final que nos deja el libro, cada persona tiene su propio ritmo y vive el amor a su manera.


«Cada uno de nosotros tiene una forma de sentir y de pensar diferente. Algunos rehacen su vida con otra persona pronto, a otros les toma mucho tiempo, y a otros no les interesa nunca otro romance. Y todos están bien.»


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