Si no vuelvo, diles que me he ido | Fran Santo

Diseño de la cubierta: Belén Saizal

SINOPSIS

¿Y si tu mejor amigo te llamara para pasar un último día antes de quitarse la vida?

Ángel, un exdramaturgo voluntario, ha decidido terminar con su vida. Su última voluntad es pasar el último día con Miguel, un antiguo amigo con el que perdió el contacto hace años.

Miguel acepta a regañadientes pensando que puede hacerle cambiar de parecer. Sin embargo, la condición de Ángel es no hablar del suicidio en toda la noche.

Entre recuerdos y cervezas, terminan en un bar sin nombre. Allí conocen a tres personajes pintorescos anclados en la libertad, la resignación y el egoísmo.

La noche se torna interesante para Ángel y frustrante para Miguel. Igual no fue una buena idea llevarlo a ese bar, ni aceptar la invitación. Igual es que nunca fueron amigos de verdad.

Si no vuelvo, diles que me he ido, es una obra sobre la amistad, los sueños y la vida. Una reflexión de extrema sinceridad que aborda los fracasos personales del pasado en una sociedad que parece no tener futuro.

OPINIÓN PERSONAL

Ángel es un dramaturgo fracasado que ha pasado de llenar salas a vaciar copas. No deja de pensar en cómo son las cosas y si podría haber hecho algo para cambiarlas. Culpa a los demás de no viajar, de no escribir, de no vivir... 

Después de cinco años sin verse, llama a un viejo amigo para invitarle a pasar un último día juntos antes de que se suicide. Miguel se siente obligado a aceptar con la intención de hacerle cambiar de idea. La única condición es no hablar del suicidio. 

Los amigos acaban bebiendo en un local de artistas en ciernes y, en compañía de otros personajes igual de iluminados, la historia deriva en divagaciones filosóficas de un artista condescendiente y bastante esnob.

Me esperaba otro género dramático, mi idea preconcebida del libro está más cerca de los capítulos biográficos, donde su pasado reciente nos muestra el lado humano y vulnerable de Ángel. 

Con una prosa pulida, nos invita a reflexionar sobre la vida, la amistad y la poesía. He subrayado infinidad de frases, pero disecciona cuestiones vitales desde un punto elevado con el que no empatizo. Son conversaciones trasnochadas de alcohol y raya.

El final es inesperado, pero la obra me ha dejado como estaba.

«No puedes juzgar la vida de una persona por una única situación sacada de contexto.»

«Hay cosas maravillosas en este mundo, pero desahogarte con un desconocido, volcar toda tu mierda encima y no volver a saber nada de él es... Hay pocas cosas que superen eso.»