Ilustración de cubierta: Cristina Geneiro Puralínea
SINOPSIS
Tras sufrir una grave crisis existencial y encerrarse en casa durante semanas, Y. decide volver a salir. Comienza a toparse entonces con todo tipo de personajes misteriosos y extravagantes, por una ciudad que antes reconocía y ahora le resulta cada vez más extraña.
Cayendo en un pozo de indecencia, en un abismo de indolencia, se sumerge en la noche oscura del alma. Y durante la caída, empieza a distinguir aquí y allá reflejos de una presencia oscura y líquida en cada esquina, en cada callejón. En el subterráneo…
Una entidad que lo observa, que lo persigue. Con unos ojos vacuos infinitos, tras los cuales quizá se esconda lo que realmente busca en su huida hacia ninguna parte...
OPINIÓN PERSONAL
Y. trabaja en un estudio de arquitectura, un trabajo agobiante y mal pagado, con su sueldo apenas puede permitirse una vivienda cochambrosa en un ático. Y. es infeliz, no quiere volver a esa oficina gris, necesita no salir de casa. Un día colapsa y deja el trabajo sin aviso previo.
Aniquilado Sol Negro es una novela introspectiva que amaga con resolver esa duda existencial que nos hemos planteado en las peores horas: «¿Y ahora qué hago?» Engullido por el sistema, el protagonista ha orientado toda su vida a un trabajo que no le gusta, pero que le da de comer. Su historia son las preocupaciones cotidianas, el hastío por la rutina... En definitiva, la trama es una vida aparentemente común que lentamente desciende a un infierno surrealista.
«Están pasando cosas raras. Sombras que se ciernen más de la cuenta sobre la acera. Una penumbra más profunda en los callejones a los que nunca llega la luz. Ojos extraños que te miran desde detrás de rejas de casas abandonadas desde hace mucho tiempo. Lo noto. Y el sol. El sol es más oscuro que antes.»
El autor describe su obra como “una historia gótica contemporánea, tan surrealista como introspectiva, situada en una Sevilla fantasmagórica”. El narrador, un joven infeliz e insatisfecho, se relaciona con amigos, mujeres y demonios, manteniendo conversaciones sobre el trabajo y la sociedad, con un trasfondo de salud mental que siempre agradezco.
Intercala las conversaciones con las propias cavilaciones y cada conocido con el que interactúa le aporta un punto de vista diferente, algunos enamoran y otros resultan odiosos, pero todos representan un papel en la sociedad y podría poner nombre propio a cada uno de ellos. Los personajes se relacionan y sienten distintos grados de afinidad: compañeros de trabajo, amistades forzosas, amores imposibles...
Las primeras páginas no eran lo que imaginaba, y no lo digo en tono decepcionado. Al contrario, ese contraste entre la normalidad casi costumbrista del principio y el surrealismo bizarro del final le conceden al desarrollo una profundidad emocional que me ha impactado, porque he estado ahí, he reconocido el delirio psicodélico y he identificado cada uno de los elementos que componen la ausencia de realidad, o más bien una realidad que no comprende.
Al margen de la intencionalidad del autor, cada lector comprenderá (y sufrirá) el tenebrismo a su manera. No es una experiencia amable, es un libro desolador sobre el sinsentido de la vida y la “congoja existencial”, nos mueve en los límites de la autodestrucción, donde una oscuridad metafórica lo envuelve todo y cualquier mente depresiva se vuelve en contra. El simbolismo del Sol Negro me ha roto. Duro, duro de leer.
«Me odiaba a mí mismo y a mis estúpidos problemas del primer mundo. ¿Qué podía hacer? Simplemente, era uno más entre millones de personas grises que vagaban por la existencia sin encontrar aquello que algunos iluminados llamaban “el sentido de la vida”».
Otros libros del autor: La Balada de Villa Término
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