09 abril 2025

La sonrisa del escorpión | Celia Añó Espí

Ilustración de cubierta: David G. Vaquero | Ilustraciones de personajes: Celia Añó Espí | Editorial: Obscura


SINOPSIS

En el palacio de una isla remota, doce jóvenes participan en un siniestro juego: la Noche del Escorpión. Al final del día, cada uno desempeña un rol y practica para la partida final. En ella, deberán ser cautos y forjar alianzas para que el asesino, a quien se le ha asignado el rol de escorpión, no resulte vencedor.

Cuando creen estar preparados, todo se tuerce: Liliana, una de las antiguas jugadoras que había fallecido en un supuesto accidente, sale a rastras de la tumba. Los doce participantes pasan a ser trece y los acontecimientos se precipitan. Ahora la verdadera partida da comienzo. Los jugadores empiezan a morir uno tras otro y se hace evidente que el escorpión no es el único que supone una amenaza mortal.


OPINIÓN PERSONAL

«Eran doce y ninguno recordaba quiénes eran ni de dónde habían venido». 

Doce jóvenes sin recuerdos aparecieron en el antiguo palacio de una isla remota. Se han pasado los últimos días escuchando cuentos de dioses narrados por Cuervo, un autómata de metal, y jugando a la Noche del Escorpión. El objetivo del escorpión es eliminar a los demás jugadores, y han interpretado todos los roles en más de 100 partidas de ensayo. Hasta que Liliana muere en un accidente y regresa de la tumba.

El día 200, la Noche del Escorpión deja de ser un juego. Mientras sus compañeros debaten quién puede ser el escorpión, Liliana investiga su propia muerte.

Desde las primeras páginas, el argumento hace referencia y reinventa el juego de rol El Lobo/Pueblo duerme y la novela Diez negritos (Y no quedó ninguno) de Agatha Christie. En ese sentido, creo que las expectativas jugaron en mi contra: esperaba un slasher paranormal con mayor detalle en las pruebas y menos trampa de roles, cuando el verdadero encanto de la historia es la magia oscura que envuelve la isla. 

Los personajes no recuerdan sus vidas pasadas, pero tienen sueños e intuiciones. No solo investigan la identidad del escorpión, a veces ocurren accidentes y nadie está a salvo, ni siquiera el asesino. Los más retorcidos acaban formando alianzas y confabulando a escondidas para llevar a cabo motivaciones ocultas. Encontramos pistas en cada capítulo, incluso frases que nos adelantan el final sin darnos cuenta.

En un nivel personal y subjetivo, atisbo un pequeño guiño de salud mental, tal vez de manera casual. Cuando la muerte deja de ser un juego, los jóvenes inician un proceso de duelo y afrontan el miedo con actitudes diferentes. En sus horas bajas, también reflexionan sobre el sentido de sus vidas y cuestionan si es posible cambiar el mundo. Me agradan las segundas lecturas y, aunque el final no ha sido para mí, lo encuentro poético, peculiar y entretenido.


«El mundo se destruye y construye con nuestras decisiones».

«Quejarnos de que algo es horrible no evitará que siga sucediendo».

«Nunca hay solo dos opciones».


No hay comentarios:

Publicar un comentario