Traducción: J.A. Molina Foix | Diseño de cubierta: Joan Batallé | Editorial: RBA
SINOPSIS
Publicada por primera vez en inglés en 1886 trata acerca de un abogado que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde.
OPINIÓN PERSONAL
El abogado John Utterson, un hombre parco y remiso en sentimientos, tiene bajo su posesión el testamento olográfico del doctor Jekyll, quien lega todas sus propiedades y privilegios a Mr. Hyde, en caso de que él muera ¡o desaparezca! Intrigado por las condiciones del testamento y preocupado de que Hyde tenga prisa por heredar, Utterson empieza a investigar la misteriosa y extraña relación entre ambos hombres, a pesar de que Jekyll le hace prometer que no volverán a hablar de ese tema.
El doctor Henry Jekyll es un médico responsable y honrado que siempre ha cuidado sus amistades. Hace años que ha renunciado a la buena vida, o por lo menos lo intenta, porque su mayor aspiración en esta vida es ir siempre con la cabeza bien alta. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el comportamiento del doctor Jekyll se ha vuelto cada vez más extravagante y sus amistades lo repudian debido a ciertos disparates científicos.
Por el contrario, Edward Hyde es todo lo opuesto a Jekyll. Por decirlo de alguna manera, Mr. Hyde es el Mal hecho carne, un hombre insensible, violento y cruel. Su rostro tiene algo de troglodita y da la impresión de padecer algún tipo de deformidad que provoca malestar y altera las emociones de todo el mundo. Pero no se trata solo de su cara, este hombre disfruta de los placeres secretos y vive con total libertad, dejándose llevar por impulsos repentinos.
Un año después de que el abogado expresara su preocupación por el testamento del doctor Jekyll, se comete un crimen violento. Y todos los testigos afirman que Mr. Hyde es el asesino.
Prácticamente toda la historia está narrada en tercera persona desde el punto de vista del abogado, excepto los dos capítulos finales, que están escritos en primera persona. El primero, es el testimonio de un amigo en común que conoce el secreto del doctor. El último, es una larga carta escrita por el propio Jekyll, en la que se confiesa con Utterson. En mi opinión, su lectura merece la pena aunque solo sea por las últimas páginas. El final es tan... introspectivo.
Robert Louis Stevenson ha construido una historia original para reflexionar sobre la dualidad de la naturaleza humana de una forma magistral. La ambientación resulta espeluznante, debido en parte a un desenlace tan abrumador que me ha provocado altos niveles de angustia.
«El hombre no es realmente uno, sino dos. Y me aventuro a conjeturar que, en última instancia, el hombre será conocido como una mera comunidad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes.»
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