26 enero 2025

La leyenda de Sleepy Hollow | Washington Irving

Traducción: Colectivo Irving BdL | Ilustraciones: Idoia Iribertegui | Editorial: Nórdica Libros


SINOPSIS

La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto de terror y romanticismo, escrito por Washington Irving en 1820, en su colección de ensayos e historias cortas The Sketch Book of Geoffrey Crayon. La historia se sitúa en 1784, en los alrededores del asentamiento neerlandés de Tarry Town (Tarrytown, Nueva York), en un apartado valle llamado Sleepy Hollow conocido por sus historias de fantasmas y el ambiente embrujado que impregna la imaginación de sus habitantes y visitantes. El espectro más infame del lugar es el Jinete sin Cabeza, de quien se dice que es el fantasma de un antiguo soldado hessiano al que alcanzó una bala de cañón en la cabeza durante «alguna batalla sin nombre» de la guerra de Independencia de Estados Unidos.


OPINIÓN PERSONAL

Sleepy Hollow es un valle aislado en el que parece flotar una esencia somnolienta y soñadora que impregna el propio ambiente, un lugar que continúa bajo el influjo de algún tipo de brujería. Entre todas las leyendas locales, «el espíritu que domina y atormenta a esta región hechizada es una figura sin cabeza a lomos de un caballo», el fantasma de un soldado hessiano que acude al escenario de la batalla buscando su cabeza.

Ichabod Crane es un maestro que se aloja temporalmente en Sleepy Hollow con el propósito de instruir a los niños de la vecindad. Sus ingresos son escasos y recibe cuanto necesita en las casas de los granjeros a cuyos hijos instruye. Es un hombre crédulo que disfruta de las historias encantadas de la región, en la misma medida que las teme al caer la noche.

Últimamente, Ichabod ha manifestado un interés romántico por Katrina Van Tassel, hija única de una acaudalado granjero holandés, a quien también pretende el héroe del lugar, Brom Van Brunt. Siempre nos han vendido esta historia como un relato de terror, cuando en realidad son dos machos compitiendo por la mano de una rica y hermosa heredera.

La ambientación tiene un punto siniestro, pero su única intención es echarse unas risas a cuenta de un personaje crédulo y no da miedo. El argumento es una de las escenas que aparecen en el largometraje de Tim Burton y precisamente, entiendo el relato como una broma de mal gusto. La moraleja se acerca más a la sátira, un escarmiento que entretiene y poco más. A pesar de su corta extensión, describe tantos elementos innecesarios que llega a aburrir. 


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