01 septiembre 2025

El último asesinato en el fin del mundo | Stuart Turton

Traducción: Marta Rebón | Diseño de cubierta: David Mann | Mapa: Emily Faccini | Editorial: Ático de los Libros

Cubierta de El último asesinato en el fin del mundo


SINOPSIS

Fuera de la isla no hay nada: una niebla que mata todo lo que toca destruyó por completo el mundo. En la isla, sin embargo, ciento veintidós aldeanos y los tres científicos que los gobiernan viven en un paraíso idílico gracias al sistema de seguridad que los protege de la niebla.

En la isla, los días son plácidos y los isleños viven felices pescando y cultivando la tierra hasta que, para horror de todos, descubren que uno de sus tres amados científicos ha sido brutalmente asesinado. Y eso no es todo: el asesinato ha desencadenado una cuenta atrás que hará que, si el crimen no se resuelve en las próximas 107 horas, el sistema que los protege se desactive y la niebla inunde la isla y acabe con todos los que están en ella.

Para colmo, el sistema de seguridad ha borrado la memoria de todos los lugareños sobre lo que pasó la noche del asesinato, así que ¡uno de ellos es un asesino y ni siquiera lo sabe!

Solo tienen 107 horas para encontrar al culpable y salvarse, y el tiempo no deja de correr.


OPINIÓN PERSONAL

«La niebla mata todo lo que toca. Por desgracia, cubre toda la Tierra, excepto nuestra isla y casi un kilómetro del océano que la rodea».

Hace noventa años, aparecieron sumideros y brotó una niebla negra que acabó con la vida en la Tierra. Niema, la científica jefa de un laboratorio llamado Instituto Blackheath, convocó a los supervivientes a una pequeña isla griega, donde 127 científicos levantaron una barrera capaz de contener la niebla.

El último resquicio de humanidad es un pueblo aislado de 122 personas, pero los lugareños que habitan la isla mueren al cumplir sesenta años. De los científicos que permanecieron en Blackheath, solo quedan tres ancianos que, a diferencia de los demás, envejecen despacio y nunca enferman. También son los únicos que no respetan el toque de queda y exploran los alrededores con aprendices para rescatar la tecnología de una isla en ruinas.

Cuando uno de los científicos es asesinado, el sistema de seguridad borra la memoria de los lugareños y desactiva la barrera que los protege de la niebla. Quedan 107 horas para la extinción de la humanidad y el único modo salvar la isla es encontrar al asesino.

Los sospechosos están señalados desde el principio, pero ignoramos los motivos y consecuencias del crimen. El trabajo de investigación recuerda a las novelas de Sherlock Holmes, que tantas veces mencionan como referencia; las pistas conducen a conclusiones enrevesadas y nuevos misterios, se mueven por todo el mapa en poco tiempo. Pensaba que no podría alargar el suspense tantas páginas, pero el ritmo narrativo maneja bien los tiempos, engancha a las pocas páginas y entretiene hasta las últimas.

No se trata de resolver el caso, sino de conocer el funcionamiento de la isla, las historias personales de las familias protagonistas y descubrir los secretos de los científicos. Inesperadamente es un relato social y moral que critica los poderes que controlan el mundo, la naturaleza violenta del ser humano y las injusticias de una sociedad en camino a la extinción. Es una distopía postapocalíptica que no inventa conceptos nuevos, pero los recoloca en una trama original.

El narrador es Abi, una conciencia colectiva que puede ver todo lo que sucede a través de los personajes e interactuar mentalmente con cualquiera. «La intimidad es un concepto de escaso valor cuando naces con una voz en la cabeza que oye tus pensamientos». Aunque es una historia desde su punto de vista, la voz protagonista recae en Emory, la única lugareña que se hace preguntas, desafía a los ancianos y lo cuestiona todo. 

Cuenta lo clásico de manera diferente y original. Conmigo ha funcionado. 


«No podemos llamarnos buenas personas si nos quedamos de brazos cruzados y dejamos que sucedan cosas terribles».