29 agosto 2025

Nuestro corazón | Guy de Maupassant

Traducción: María Teresa Gallego Urrutia | Editorial: Alba

Cubierta de Nuestro corazón


SINOPSIS

«Soy demasiado moderna»: Michèle de Burile, viuda de un «varón brutal», ha tomado la «decisión de no volver a comprometer nunca su libertad». Ahora es una de «esas elegidas que París adula» y en su salón artistas y hombres de mundo se rinden ante ella, que «se conoce a sí misma de maravilla porque se gusta más que nada en el mundo; y nunca se equivoca en la forma de conquistar a un hombre». No se equivoca, en efecto, con André Mariolle, un diletante que nunca ha sido nada porque nada ha querido ser, y que, al conocerla, siente cómo se tambalean los principios de su vida aletargada y todas sus expectativas de lo que debe ser el amor y lo que debe sentir un corazón.

Nuestro corazón (1890), la última y sin duda más moderna novela de Maupassant, más que una crónica de amores mundanos, es el sagaz análisis de una crisis de identidad masculina ante la revelación de una mujer que ya no responde a los patrones de la pasión y del placer, sino que parece encarnar «el comienzo de una generación» que deja atrás a los hombres. Sin renunciar a su lenguaje de posesiones, caricias y sentidos embriagados, ni a su prosa tan inspirada como inspiradora, Maupassant inicia un nuevo capítulo en la historia de la literatura íntima que prefigura, con todos los honores, los dilemas eróticos del siglo XX.


OPINIÓN PERSONAL

Michèle de Burne es un espíritu libre de 28 años, una viuda que no se quiere volver a casar porque en su matrimonio con un sinvergüenza de buenos modales fue desgraciada. «Durante sus años de matrimonio, le había germinado una necesidad de represalias, una oscura necesidad de devolver a los hombres lo que uno de ellos le había hecho padecer, de ser ahora la más fuerte, doblegar las voluntades».

Actualmente, vive en París y recibe a antiguos conocidos, artistas y hombres con títulos, con los que mantiene tertulias intelectuales. Pese a las apariencias, Michèle siente hastío existencial, solo se tiene amor a sí misma, y aborrece socializar. Pero es una coqueta insaciable y ansía el poder sobre los hombres. «Para seguir siendo amigo suyo había que estar enamorado de ella».

El juego de la seducción comienza a cansarle... cuando conoce a André Mariolle, un hombre de 37 años, soltero, sin títulos ni vocación, que solo la tiene a ella. A sabiendas de su naturaleza egoísta, Mariolle se deja engañar por sus encantos y se entrega entero a una mujer caprichosa y vacía que lo manipula a su antojo. Lo que siente por la viuda es un amor entregado y sumiso que espera ser correspondido.

Personalmente, acabé harta de la señora. Es el amor exaltado frente al realismo del que sabe que nada puede ser para siempre. Su relación presenta muchas capas y, a pesar de la época, es un retrato actual de algunas relaciones. Desgrana las mismas inquietudes y contradicciones de hoy día, y si has sido Mariolle en algún momento, sufrirás con él. Si buscas un libro que te haga creer en el amor, pasa de largo.

Al margen de su relación, las reuniones ocupan espacio y son insufribles. Hablan de arte y filosofía en un tono elevado, pero también hay salseo por la rivalidad entre mujeres modernas que pretenden conquistar a más admiradores. Los hombres ven a esas mujeres como monstruos incapaces de amar, individualistas y superficiales, fracasadas que no quieren hijos. Esperaba un perfil más reivindicativo, pero a ojos de todo el mundo son menos intelectuales y poseen un carácter influenciado por las expectativas e ideales de la literatura romántica.

El final me disgusta hasta cierto punto, pero lo encuentro coherente. Una lectura entretenida y cargada de emociones agridulces. La maestría con la que describe los sentimientos e incluso los paisajes... Su prosa es una delicia, incluso si el argumento no te convence.


«¿Por qué nunca se realizan los sueños y nos topamos siempre con realidades a medias?»

«Es imposible amar para siempre; lo único que se puede es ser fiel».