Traducción: Manuel de los Reyes | Editorial: Montena
SINOPSIS
Fritz y Helen esperan pasar unas tranquilas vacaciones en la granja de su tío Grigorian junto a su primo Tubs. Pero acabarán a ¡diecisiete años-luz en el espacio!
Los gemelos y su primo han sido elegidos para resolver la disputa entre las poderosas facciones que rivalizan por controlar el misterioso planeta de los gusanos. Todos están seguros de que esos tres terrícolas serán imparciales como para dar una solución justa al conflicto; y para ello su tío les da unos poderes intuitivos especiales.
Mientras el destino de todo el sistema solar cuelga de un hilo, los chicos deben descubrir cuál es el secreto que motiva a los siniestros extraterrestres a hacer todo lo posible por lograr la victoria.
OPINIÓN PERSONAL
No se trata de una novela de grandes personajes, en el sentido de que la historia no profundiza en la psicología de ningún protagonista y se centra más en las acciones. De hecho, se acaba la novela y no sabemos exactamente cómo es cada uno, al margen de la habilidad especial que poseen. De modo que la personalidad de los protagonistas es totalmente plana, y además, también escasean los personajes secundarios.
Crespo y Helen son dos mellizos que no soportan a su primo Panza, porque es un niño demasiado infantil (va en serio). Pero un día, reciben la visita del tío Grigorian y los tres se ven obligados a realizar un viaje juntos, a través del universo. Por cierto, estoy un poco cansada de encontrarme novelas infantiles en las que algún personaje recibe un apodo ofensivo en base a su apariencia física. Creo que los adultos deberíamos dar ejemplo y dejar de utilizar ese recurso en la LIJ.
Por otro lado, los personajes adultos son prácticamente irrelevantes para la trama y apenas hacen acto de presencia. Por desgracia, no me convencen nada las novelas infantiles en las que unos niños se convierten en los salvadores del mundo de la noche a la mañana, dejando en un segundo plano tanto a padres como al resto de personas adultas que deberían, cuando menos, tener cierto protagonismo en la historia.
La edad recomendada de esta novela es a partir de 9 años y, como novela infantil que es, su prosa resulta bastante amena y el ritmo de la narración es muy ágil porque sus protagonistas están en constante movimiento. Además, los capítulos no son demasiado extensos. La novela está escrita en tercera persona, pero siempre desde el punto de vista de los mellizos y su primo. No obstante, el vocabulario de muchos capítulos me ha parecido demasiado complicado para niños de esa edad. Si a un adulto le cuesta comprender lo que significa viajar a través de una cuarta dimensión plegada, imagina qué cara pondrá un niño cuando se lo expliques.
La verdad es que, a pesar de todos los puntos negativos que le he encontrado, me ha parecido una novela entretenida. De acuerdo que la historia es muy infantil y la ciencia ficción roza casi la fantasía, pero yo creo que si hubiera leído esta novela a la edad recomendada, la habría disfrutado el doble. Sin embargo, insisto: creo que los niños se aburrirán tanto como yo con los párrafos dedicados a explicar datos de astronomía y viajes a través del espacio.
El desenlace me ha gustado tanto como me esperaba e incluso me ha sorprendido. Al final, la trama me ha parecido interesante, porque toca temas de actualidad como la defensa de todos los animales que habitan el universo, la explotación de un planeta recién descubierto o el egoísmo de querer dominar una fuente de riqueza ilimitada sin pensar en las consecuencias. Me habría gustado que profundizase todavía más en la polémica, pero me conformo.
«Parece ser que ningún adulto está libre por completo de prejuicios. Es un hecho constatado que los jóvenes poseen un sentido de la justicia más refinado que los adultos».