Diseño de cubierta: Azahara Nieto
SINOPSIS
Hasta el ser más indeseable tiene sus propios conflictos.
La desaparición de Luis lo ha complicado todo y sus amigos temen que pueda confesar a la policía. Por otro lado, Mercedes y los demás luchan por continuar con sus vidas.
Pero el destino tiene preparado algo especial para todos ellos: Los caminos de víctimas y culpables se entrelazan. Algunos por casualidad, otros en busca de la verdad.
POR FIN TE HE ENCONTRADO...
OPINIÓN PERSONAL (puede contener spoilers de Nunca Digas Nunca)
Han pasado meses desde el trágico suceso. A causa del vídeo que apareció en redes, muchas personas del colectivo han acabado con su vida y se han incrementado los ataques homófobos. “La sociedad parecía estar infectada de odio, la justicia parecía haberse vuelto loca y defendía más a culpables que a víctimas” y en este escenario descorazonador, los seres queridos de Álvaro intentan seguir con sus vidas.
Laura ha comenzado una nueva vida acudiendo a terapia, su psicólogo le hace bien y ha conocido a un chico agradable que podría ser su príncipe azul. La depresión no condiciona tanto su vida y, poco a poco, está aprendiendo a enfrentar miedos... que tal vez no sean infundados.
Mario ha huido a casa de sus padres, refugiándose de los agresores en una casa que ya no siente su hogar y teniendo que sobreponerse a una nueva tragedia. Desde el asesinato, el ex de Álvaro es un hombre hundido por los remordimientos y el miedo.
Mercedes, la madre de Álvaro, rehace su vida a duras penas, consumida por la sed de venganza y los pensamientos suicidas. Sin embargo, la vida no deja de enviarle señales para que confíe en un futuro y un mundo mejores.
Nerea aún investiga por su cuenta quién mató a Álvaro. No deja de fumar, beber y drogarse para sobreponerse, cerca de culminar la venganza deseada por todos.
«Sueño con despertar de esta pesadilla y que los cinco estemos juntos de nuevo. Sonriendo y haciendo planes, locuras. Nos han robado la juventud.»
Cuando entras en un segundo volumen, lo haces con recelo, te preguntas si estará a la altura. Y lo está. Sin lugar a duda. Sus historias personales me han atrapado hasta las últimas páginas, dejándome en vilo con muchísimas ganas de acabar la trilogía mañana mismo.
La novela está narrada en tercera persona, saltando de un protagonista a otro para construir una historia coral. Los seres queridos de Álvaro pasan poco tiempo juntos, pero actúan como pequeños hilos que van tejiendo una historia principal que nos remueve por dentro. Me ha ganado con la estructura de los capítulos.
El ritmo narrativo no decae y organiza bien los tiempos. Urbano describe cómo han llegado los personajes a su posición y adelanta sucesos que van a tener lugar, pero sin desvelar toda la información. Esto se traduce en una lectura adictiva en la que siempre necesitas saber más, genera una intriga insana casi en todos los capítulos.
Como anuncia la sinopsis: Hasta el ser más indeseable tiene sus propios conflictos. En esta segunda entrega, volvemos a conocer el punto de vista de los asesinos. Luis ha desaparecido, Mayte enfrenta su propio infierno personal, Alfonso se ha pillado de una desconocida y Jorge y Beca están iniciando algo. Todos tienen un pasado y problemas que amenazan con destruir lo que han construido, algo deleznable que me revuelve las tripas.
Tristemente real y escrito (o gritado) desde el corazón y con una prosa personal que destila denuncia social. Pareciera que Urbano ha creado personajes para hacerlos sufrir, todo el dolor que atraviesan es para volverse loco y sucumbir a las pulsiones más oscuras. La vida es más drama que comedia y los obstáculos que superan son monstruos de carne y hueso que habitan el mundo, la misma clase de monstruos que aparecían en su libro de relatos A través de la mirilla.
Diría que es una novela de personajes más que una historia, aunque me ha parecido una buena obra en todos los sentidos. Una obra necesaria y vigente, por desgracia, que nos recuerda una realidad injusta, haciendo hincapié en la importancia de la salud mental y siempre inspirando esperanza en sus lectores.
Cuando acabas de leer, duele.
«La sociedad había fallado a tantos jóvenes...»
«Su mente no paraba de gritarle que los buenos estaban predestinados a sufrir y a perder, que no habría justicia y que los hijos de puta siempre ganaban. ¿Para qué seguir luchando entonces?»
«Aún quedan personas buenas.»
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