11 junio 2024

La joven de la perla | Tracy Chevalier

Traducción: Ignacio Gómez Calvo | Ilustración de la cubierta: Giuseppe Quattrocchi | Editorial: Duomo



SINOPSIS

Países Bajos, siglo XVII. La joven Griet, de dieciséis años, entra a trabajar al servicio de Johannes Vermeer en la ciudad de Delft. Griet parece saber cuál es su papel en la casa: ocuparse de las tareas domésticas y cuidar a los seis niños del pintor. Sin embargo, la sensibilidad de la muchacha llama la atención de Vermeer, quien le abre las puertas de su mundo y su trabajo. A medida que la intimidad crece entre ambos, también lo hacen la tensión y los celos. Y pronto, llega el escándalo.


OPINIÓN PERSONAL

«Todo el mundo habla de ello: la hija de Jan, el azulejero, ha ido a trabajar para el pintor Vermeer.» Tras un desgraciado accidente que dejó a su padre ciego y sin empleo, Griet comienza a trabajar como criada para un matrimonio católico con cinco hijos y otro en camino. Su amo es el pintor Johannes Vermeer, quien enseguida muestra interés por la sensibilidad artística de la joven protestante.

Cuando Griet se establece en el barrio papista, su relación con las las mujeres de la casa deja mucho que desear, especialmente con la pequeña Cornelia, un demonio de niña. Su ayuda tampoco es bien recibida por Tanneke, una criada celosa de ella que no duda en hacerle la vida imposible. El trato de la familia es deleznable y Griet vive un infierno que requiere todo su tiempo. Su  nueva vida está borrando la vieja.

Ella se resigna a su nueva vida y obedece en silencio. Mantiene a la verdadera Griet oculta bajo una cofia, al igual que su pelo. Su familia, a la que solo ve los domingos, presiona para que agrade a sus amos y se comporte como una muchacha decente en edad de casarse. Vermeer es poco menos que un ánima durante los primeros meses, no han vuelto a hablar desde que el matrimonio contrató sus servicios, y a pesar de todo, su presencia la va envolviendo.

Comprendo la fascinación de Griet, deslumbrada por el remanso de paz que supone el arte. Si bien el pintor es un egoísta redomado que solo piensa en sí mismo y en su obra, compensa la crueldad de sus silencios con breves momentos de cómplice caballerosidad. Como la criada, también anhelo que sus pasos me lleven de nuevo a la intimidad de su estudio, para contemplar su creación.

La novela está inspirada en un cuadro del pintor Johannes Vermeer, especulando el posible origen de la mujer que retrató. Una obra bastante fiel a la vida del artista y buen retrato de la época, la dureza de sus días me deja con el corazón arrugado.


«Nunca sé en lo que estás pensando, Griet. Eres tan callada que nunca lo dices. Pero te guardas cosas dentro. A veces las veo a escondidas en tus ojos.»

«En fin, la vida es imprevisible. Si vives lo bastante, nada te sorprende.»

«Procura seguir siendo tú misma.»

 

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