Tres enanos y pico | Ángel Sanchidrián

Editorial: Planeta

SINOPSIS

Wifo Medroso es un joven estudiante, cobarde y enclenque, que realizará sus prácticas de Enanología en la ciudad de Villa Trifulcas. Hasta aquí podría parecer una historia anodina y sin ningún interés. ¿Pero habría sido escrita si lo fuera?

Mientras el becario estudia las costumbres de los enanos, el mundo se encamina hacia el desastre.

Elfos racistas y xenófobos, una banda criminal dirigida por un niño de ocho años, enanas homicidas, políticos corruptos, trolls, orcos, guerreros errantes, ogros y magos, bosques encantados, reinas, asesinos, peleas, palizas, asedios y batallas, mentiras, secuestros, amenazas, un burro guardaespaldas y, aunque parezca increíble, mucho mucho más.

¿Qué podrá hacer Wifo, en medio de este follón, para salvar su propia vida y la de los enanos?

OPINIÓN PERSONAL

«Tras casi un año de investigación, los alquimistas de Velaria presentaron a su señor el resultado de sus experimentos. Una nueva generación de armas que no requerían soldados para invadir imperios y destruirlos desde dentro.
—Lo mejor de estos ingeniosos inventos —le explicó el mago del Aura Aelión— es que serán sus propias víctimas quienes los utilizarán contra sí mismas hasta provocar su propia ruina. Y encima estarán dispuestos a pagar por ellos cualquier cantidad de oro que les pidamos a cambio.
—¿Y cómo decís que se llamaba esto?
—Cerveza, mi rey.»

Tres enanos y pico es una sátira y, como tal, ridiculiza a nuestra sociedad a través de unos personajes de los más pintorescos. Wifo Medroso no es ningún héroe, como cabría esperar en una novela de fantasía épica; sino un humano cobardica y debilucho que acude a la ciudad de los enanos con el único propósito de finalizar sus estudios y realizar allí sus prácticas de posgrado. Su trabajo consiste en recabar información sobre las costumbres y la historia de los enanos. Sin embargo, los habitantes de Villa Trifulcas son tan bestias que Wifo sobrevive a duras penas de borrachera en borrachera.

Pero no solo de enanos vive el hombre. El resto de los personajes, sean de la raza que sean, me han parecido igual de hilarantes. Es más, incluso los nombres propios me han parecido parecido desternillantes. Wifo analiza la sociedad enana y el autor aprovecha las circunstancias para meterse sin compasión con la burocracia, la política... ¡No deja títere con cabeza! En definitiva, leer esta novela significa reír hasta que te duelan las costillas.

Por último, la madre de Wifo —Ramona Medroso— entra en escena. Y ¡hay que ver cómo reparte! En un principio no simpatizaba demasiado, pero la novela no sería lo mismo sin ella.

Simplemente, no podrás abandonar su lectura. Su prosa ha sido un soplo de aire fresco para mí. Además, el ritmo narrativo es muy fluido, puesto que siempre están sucediendo cosas inesperadas. Por cierto, una de las cosas que más me han llamado la atención es que cada raza se expresa de una manera diferente. 

Sinceramente, a mí también me parece la novela perfecta para iniciarse en el mundo de la fantasía épica. Porque, todo sea dicho de paso, la historia reúne todos los ingredientes necesarios. Solo que al autor se le ha ido la mano con la sal y ha construido a su vez una comedia de primerísima categoría. Las aventuras de Wifo son inesperadas y extravagantes, las descripciones —casi— siempre igual de exageradas. De modo que abunda el humor absurdo a raudales.

¡Sin embargo!, no todo iban a ser risas. Tres enanos y pico también es una novela crítica con nuestra sociedad. Ha escrito la sátira perfecta, porque me he reído todo lo que he querido y un poco más, pero también he padecido una poca de vergüenza cada vez que me he sentido identificada con el mundo de Wifo. Ángel Sanchidrián ha retratado con total acierto el mal funcionamiento de la burocracia y la política, la falta de respeto hacia el medioambiente, el drama de los refugiados... sin que le tiemble el pulso. En otras palabras, hay un poco de cordura en medio de tanta locura.

Finalmente, mi lista de "peros" es muy pequeñita e irrelevante. Por ejemplo, no me ha convencido el epílogo, aunque al mismo tiempo me ha gustado el final del epílogo. Y algunos personajes quizá podrían pulirse un poquito más para que su presencia en este sinsentido de novela cobrara un nuevo sentido. Más que nada porque no me entretienen todos por igual. Por lo demás, una genialidad de novela.

«Desde pequeños nos enseñan a odiaros, a todos sin excepción, da igual que seáis enanos, humanos, gnomos o duendes. Sois todos basura. Eso no es difícil de creer e interiorizar porque pensamos en vosotros colectivamente. Es muy fácil aprender a odiar a un grupo; lo difícil es poder aborrecer a sus individuos por separado. Por eso, cuanto más sales de tu propio país más difícil te resulta pensar que todos los demás son una escoria.»