14 septiembre 2023

El pozo de Granados | Saray Ramírez

Diseño de cubierta: Oscarfr



SINOPSIS

En los recuerdos de Abel, la línea entre lo sobrenatural y la locura se desdibuja peligrosamente. Con su vida personal en ruinas, se ve obligado a regresar al pueblo que lo vio crecer. En él se enfrentará no sólo a sus demonios internos, sino también a los traumas de la infancia.

La muerte de cientos de cerdos en la granja familiar no fue lo único que marcó su vida. Una noche de aventuras junto a sus hermanos en la finca de Granados pudo haber acabado en tragedia: Abel cayó al interior de un pozo donde un evento paranormal lo salvó de la muerte. Eso sí, a cambio de destruir su vida.

Atrapado en un torbellino de recuerdos y resentimientos, mientras la llamada del pozo de Granados lo arrastra a un mundo de presencias oscuras, Abel tendrá que luchar contra sus sentidos y aceptar una verdad que lleva atosigándolo desde hace treinta años. ¿Podrá sobrevivir a la pesadilla que lo acecha, o caerá presa de su propio delirio y del poder que lo atrae hacia el abismo?


OPINIÓN PERSONAL

«Cuando Eulalio Granados murió, muchos vecinos del pueblo sospechaban que los trabajadores habían mentido para continuar en la finca, pero nadie pensaba que lo hacían porque buscaban el dinero del viejo.» El lugar donde escondió el dinero sigue siendo un misterio, pero los niños creen que está en el pozo y que hay que sacarlo antes de que lo sellen.

Hace treinta años, Abel, sus hermanos y un par de amigos, se escaparon de casa y se acercaron a la finca de Granados. No sabemos qué sucedió cuando Abel se precipitó en el interior del pozo, pero los niños no han vuelto a ser los mismos desde aquella fatídica noche.

«El pozo, una estructura tosca y descolorida que se elevaba apenas medio metro del suelo, era todo un misterio (…) el escenario donde unos niños humildes perdieron la inocencia.»

Treinta años más tarde, Abel regresa al pueblo obligado por las circunstancias personales. Su mujer tiene miedo de él, ha detectado un cambio en su conducta y se siente amenazada por los terrores nocturnos de su marido. Está convencida de que Abel es peligroso y rompe la convivencia. Sin otro lugar donde ir, Abel regresa a la casa familiar y se reencuentra con su pasado.

Me esperaba un relato puramente paranormal, pero es una historia dura de digerir al margen del terror que emana del pozo. Con la excusa de una experiencia traumática en la infancia, nos habla de la ruptura de la inocencia, el ostracismo rural y el favoritismo de una madre devota. Los pensamientos del protagonista nos muestran el alma humana en toda su impureza; las emociones que negamos de cara a la sociedad, reprimidas en nuestro interior, formando parte de nosotros.

Los hechos están narrados a dos voces, alternando el testimonio de Abel con los pasajes del libro escrito por su hermano Benja, un adulto con limitadas capacidades sociales que vive en la buhardilla de sus padres. Estremece cómo cambia la historia según el narrador. Mientras que Benja relata lo sucedido en aquella fatídica noche y su versión de los lazos familiares, Abel se centra más en el presente de un pueblo abandonado, el reencuentro con viejos amigos, la tragedia de su matrimonio y cómo el pozo le llama años más tarde.

«Sentí que el pozo estaba absorbiendo todo a su paso, que se había convertido en una espiral inevitable, un vórtice que atraía podredumbre y miseria.»

Si bien el pozo es una trama predecible, no desvela lo que esconde hasta las últimas páginas. Pronto se intuyen los derroteros de este drama familiar, pero no por ello me ha parecido menos interesante. Es un libro muy bien pensado y estructurado. Le encuentro pocos puntos muertos, la prosa es maravillosa y maneja los tiempos con muchísimo acierto.

Personalmente, me atraen los dramas con ese punto de terror que roza el realismo mágico, libros que cuentan “lo de siempre” como nadie. Sin duda, ha superado mis expectativas y recomiendo su lectura.


«Creo que, en general, todos somos mejores antes de descubrir las crueldades del mundo.»

 «Ningún monstruo surge de la nada.»


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