06 abril 2023

Una promesa al destino | Patricio Pérez Carballido


SINOPSIS

Los ojos de un corazón incrédulo permanecen cerrados, hasta que el amor decide visitarlo. En ese instante, las manecillas del reloj vuelven a su origen. Un nuevo tiempo de diferentes emociones comienza. La visita de amor, además de de ojos, también ha abierto puertas y ventanas en ese corazón. Ahora la decisión de arriesgar, creer o, por el contrario, volver a dormir es solo suya.


OPINIÓN PERSONAL

Tiziano no cree en el amor, ni en eso el destino, ni en almas gemelas. Siempre se ha burlado de los enamorados, pero cambia de parecer cuando conoce a Valeria en las fiestas del pueblo. Valeria ni siquiera conoce el sentir de Tiziano y este sufre por no ser correspondido. Sus amigos desean que se olvide de ella y vuelva a ser el mismo de siempre. Cuando antes se reía del amor,  ahora sufre por él y lo busca hasta el fin de los tiempos.

Historia de un amor casi infantil que habría durado tres páginas si los personajes hablasen abiertamente de lo que sienten. El miedo a ser rechazado juega un papel protagonista a lo largo de toda la novela, la única trama es lo mucho que sufren las personas que no se sinceran con la persona amada. Pasan los años y Tiziano sigue anclado a un amor imposible, incapaz de pasar página por muchas promesas que se haga a sí mismo.

Valeria es una amada maleable que siempre se deja guiar por las malas lenguas. Si Tiziano es hermético con ella, ella directamente está envasada al vacío. Ni una palabra bonita sale de sus labios, excepto para hablar de otros. Personalmente, me ha faltado que la protagonista tenga un poco más de carácter porque no resulta del todo creíble cómo reacciona a la verdad, siempre tan pusilánime.

La ambientación está bastante limitada a las fiestas del pueblo, casi toda la historia transcurre en el punto de reunión de los amigos y todas las conversación giran en torno a los sentimientos de Tiziano. Si los amigos hubieran hecho de Celestina con un simple "si os gustáis, pues liaros" o "amiga, date cuenta", su historia de amor no habría tenido tanto recorrido.

Aquí es cuando entra en juego la otra: Antonella, una muchacha dulce que cae bien enseguida, aunque no me ha convencido cómo llega a las vidas de Tiziano y Valeria, moviendo los engranajes de un amor que se empieza a oxidar.

El estilo narrativo de la obra me recuerda a un juglar cantando una gesta. La prosa tiene rima poética y es teatral, con el dramatismo de Romeo y Julieta (me refiero al sentir, no al final) y la autoestima por los suelos de de Cyrano, con un enamorado que solo desea lo mejor para su amada Valeria. 


«Lloró por dentro y, por fuera, mostró una sonrisa.»


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